Abrines brilla en el solvente triunfo del Barça en Milán

Alex Abrines deslumbró con el Barça en Milán con un partido casi perfecto, especialmente en ataque (21 puntos, con 2 de 3 en tiros de dos, 5 de 5 en triples y 2 de 2 en tiros libres) y eso le convirtió en uno de los protagonistas destacados del triunfo de prestigio del Barça en el Mediolanum Forum, la exigente cancha del Armani (67-78), que los italianos convirtieron la pasada temporada en poco menos que en un fortín.

El alero mallorquín se destapó con una actuación sobresaliente justo el día en que Juan Carlos Navarro, el referente ofensivo del equipo, causaba baja por una lesión muscular, una ausencia a la que se unió en el último momento la de Maciej Lampe a causa de su paternidad.

«Hoy tenía la sensación de que podía anotar todo lo que tirara. Ha sido un partido compicado, pero hemos sabido controlarlo desde el principio. Solo hemos tenido algún problema en el tercer cuarto», admitió Abrines sobre la victoria.

No echó en falta el Barça ni al capitán ni al pívot polaco porque a nivel colectivo ofreció una imagen más que convincente y porque además del acierto de Abrines, contó en el plano individual con una actuación más que destacada de Tibor Pleiss (16 puntos y 6 rebotes), de Deshaun Thomas (12 puntos, con 3 triples), y también del base Tomas Satoransky (5 puntos, 6 asistencias) en su debut oficial con la camiseta azulgrana, después de tres semanas de baja a causa de una alteración en el ritmo cardíaco.

«Para nosotros es un triunfo importante, sobre todo, al conseguirlo en un día que teníamos las bajas de Navarro, Lampe y Eriksson. Creo que ha sido fruto de un buen trabajo colectivo», resumió el técnico azulgrana Xavi Pascual.

EFICACIA OFENSIVA

El Barça pasó por encima de los italianos en un primer tiempo modélico en todos los sentidos e inmejorable en ataque, con 8 de 12 en triples, gracias a una serie inmaculada de Abrines (tres triples) y Thomas (tres triples).

Esa eficacia ofensiva fuera de lo habitual sirvió al equipo de Xavi Pascual para reconducir un partido que inició con demasiado titubeos, sobre todo por la intensidad con la que inició el pulso el Armani, un bloque intenso, que desborda energía sobre la cancha, sobre todo bajo el liderazgo de Gentile y Hackett.

A partir de su acierto y también de un excelente trabajo defensivo, que igualó el despliegue físico de los italianos, el Barça se adueñó del guion y abrió ventajas ya en el primer cuarto (18-20), que se dispararon hasta los 18 puntos antes del descanso (22-40, m. 16) sobre todo por el ritmo que impuso Satoransky, por el día de inspiración colectivo, y por el acierto de Pleiss, que se encargó de darle el relevo a un Tomic más apagado de lo habitual (solo dos puntos, con 1 de 5 en tiros).

El pívot alemán, más intenso y concentrado que nunca, se encargó de asegurar el control del rebote, lo que facilitó varios contrataques del Barcelona.

Esa solidez defensiva desapareció en el inicio del tercer periodo, en la que el Armani pareció reengancharse al encuentro (39-47). Pero la vuelta a la cancha de Pleiss y Satoransky y, de nuevo, el protagonismo en ataque de Abrines devolvió la tranquilidad al Barça, que en el último periodo volvió a estirar las diferencias hasta los 18 puntos (50-68, m- 32), antes de que el equipo italiano lograra maquillar la derrota con unos buenos minutos finales de Shawn James y Kleiza, desaparecidos hasta aquel instante.