Barcelona vive la fiesta del triatlón con 4.200 participantes

Barcelona vivió con plenitud la fiesta del triatlón. En su tercera edición, el Garmin Barcelona Triathlon alcanzó cifras de récord y se consolidó como una de las mejores pruebas populares del mundo, solo por detrás -en cuanto a número de participantes- de las de Nueva York, Londres, Oxford y Hamburgo. El buen tiempo y la mar plana se unieron a la celebración y sembraron de buenas condiciones la jornada de ayer.

Al final, no fueron la totalidad de los 5.200 inscritos los que tomaron la salida, por el tradicional porcentaje de bajas que registran este tipo de pruebas por imprevistos o renuncias de última hora. Unos 4.200 atletas tomaron la salida y, de ellos, 3.827 constaron al final en las distintas clasificaciones de las tres distancias: la olímpica (1.500 metros a nado, 33 kilómetros en bicicleta y 10 a pie), la esprint (750, 22 y 5) y la superesprint (400, 11 y 2,5), además de las pruebas por equipos (olímpica y esprint) y la paralímpica.

CHECA, CON LA ÉLITE / A la dimensión popular de la prueba se unió la élite, que abrió la competición a la 8.15 de la mañana encabezada por el indiscutible líder mundial, el gallego Javier Gómez Noya, que pese a todo se tuvo que exprimir a fondo en los cuatro kilómetros finales de carrera para mantener a raya al italiano Alessandro Fabian y, un poco más lejos, al polaco Marek Jaskolea. Gómez Noya ganó con 1 hora, 43 minutos y 13 segundos, por 1.43.38 de Fabian y 1.44.33 de Jaskolea. Por detrás desfilaron nombres como el olímpico Xavi Llobet (7º), los prometedores Josemi Pérez (8º) y Mario Mola (14º) y el cinco veces ganador del Ironman de Niza, Marcel Zamora (11º). Casi pegado a él entró la primera mujer, la inglesa Jodie Stimpson (1.52.25 h.), vencedora ya el año pasado, cuando se inscribieron 3.500 personas.

En el último puesto de la carrera de élite entró el piloto Carlos Checa, a punto de disputar las dos últimas pruebas del Mundial de motociclismo con Ducati. Fue su segunda experiencia, después de un medio Ironman en Menorca, y disfrutó, como el resto de participantes, de una ciudad que se puso con generosidad a disposición de los triatletas. «Nunca había disfrutado de esta manera de las calles de Barcelona», aseguró Checa, que tardó 2 horas y 22 minutos en completar el recorrido. «El ambiente ha sido excepcional», corroboró Jodie Stimpson.