Los Europeos de natación de Budapest

Muñoz ahoga sus penas

El nadador cordobés gana el oro en 50 metros mariposa tras librarse de una sanción por dopaje

JOSÉ MARÍA EXPÓSITO / Barcelona

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En abril del año pasado batió el récord del mundo, poco antes de colgarse dos bronces en el Mundial. Hace un año, se planteaba dejar la natación. Hace una semana, ni siquiera sabía si la comisión antidopaje de la Federación Internacional (FINA) le permitiría disputar los Europeos. Ayer, pese a «vaivenes y montañas», Rafa Muñoz se colgó en Budapest el oro en los 50 metros mariposa. «¡Toma!», gritó golpeando el agua nada más tocar la pared y comprobar su triunfo. «Me ha salido toda la rabia y el coraje», dijo el cordobés, que en 23.17 segundos ahogó sus penas en oro y se tomó más de una revancha.

«Ya que tengo el problema de ser andaluz y no se me entiende muy bien cuando hablo, mi mejor forma de expresarme es en el agua», dijo socarrón nada más ganar su primer oro en un gran campeonato, que se suma a las cuatro platas de la sincronizada y al bronce logrado ayer por Duane da Rocha en los 200 espalda.

Muñoz batió el récord del mundo el año pasado, enfundado en uno de los bañadores de plástico –el suyo, rojo– que revolucionaron la natación hasta que la FINA los vetó. Regresó con dos bronces del Mundial y desapareció. Su preparación en Marsella sirvió para rebajar sus marcas, pero también su estado anímico. Rompió con todo: con la federación, con la natación y con sus rutinas. Entre ellas, la de informar periódicamente a la FINA de su paradero para pasar controles sorpresa. Tres faltas se consideran como un positivo, pero el Panel Antidopaje leperdonó una tras alegar un cuadro depresivo.

SIN BAÑADOR DE PLÁSTICO / Pero toda la polémica no parece haber afectado al cordobés, que en los últimos meses ha entrenado en el CAR de Sant Cugat y llegó a estos Europeos con la mejor marca del año (23.45). Solo él pudo mejorar esa marca en la semifinales (23.15). «Hemos hecho la mejor marca del año y sin bañador [de plástico]. Hay poco más que decir».

Es verdad que los 22.43 que esgrime como récord de todos los tiempos va acompañada de un asterisco por el bañador empleado. Ni una plusmarca mundial ha caído este año y el primer tope europeo lo batió ayer el francés Lacourt en la final de 200 mariposa, arrebatándoselo al español Aschwin Wildeboer. Pero no es menos cierto que todos los usaron el año pasado y nadie lo hizo mejor. Ahora, con bañador textil, sigue siendo el más rápido. El de ayer fue el mejor tiempo de toda la historia con un bañador de tejido normal.

UN CARACTER MUY DESPREOCUPADO / «No me suelo poner nervioso, pero esta vez menos aún. He confiado en mí, me lo he creído y lo he conseguido», explicó Muñoz. Fue el quinto en reaccionar en la salida, pero tardó poco en ponerse en cabeza. Frederick Bousquet (23.41) y Evgeny Korotyshkin (23.43) no se le acercaron.

«El trabajo con Rafa no ha sido sencillo», reconoció, feliz, su actual entrenador, José Antonio del Castillo. El técnico cree que este oro puede ayudarle a partir del viernes para luchar por las medallas en la prueba de 100, pero no más allá. «Rafa tiene un carácter muy despreocupado, no se plantea las cosas a largo plazo. Imagino que habrá aprendido a cuidar las exigencias que se le exigen a un atleta de élite, pero madurar, madurar, no lo sabremos. Creo que es un proceso de más tiempo».