Los Europeos de atletismo

Reyes del 1.500

Casado se proclama campeón continental con Olmedo tercero y un desafortunado Estévez cuarto

JOAN CARLES ARMENGOL / Barcelona

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Los reyes del 1.500. Después de un paréntesis inesperado en los Mundiales del año pasado en Berlín, donde la selección no colocó a ningún finalista en su prueba talismán, España recuperó ayer la hegemonía en la prueba del kilometro y medio con una gran actuación global de su trío.

Arturo Casado, que no tenía aún ninguna medalla en un gran campeonato al aire libre, fue el más decidido y, a lo José Manuel Abascal en los Juegos de Los Ángeles de 1984, estiró y estiró hasta entrar en solitario en la meta de Montjuïc; Manuel Olmedo, en su primera año en la distancia (proveniente del 800), esperó hasta el final para imponer su mayor velocidad pero le faltaron un par de metros para colgarse la plata, que fue a parar, por dos centésimas, al cuello del alemán Carsten Schlangen; y Reyes Estévez, el ídolo local que se quería coronar en su adiós a la distancia en la que ha sobrevivido desde 1997, clavóinoportunamente en los metros finales, donde fue superado por Schlangen y Olmedo.

En resumen, un oro, un bronce y un cuarto puesto que resituaron al equipo español en sus Europeos en casa, en la mejor jornada hasta el momento, seguida también por la mayor cantidad de público: 36.000 espectadores, una cifra de partido de lujo del Espanyol cuando jugaba en el Estadi Olímpic.

QUINTA EN EL MEDALLERO / Las dos medallas del 1.500, unida a la plata de Marta Domínguez en los 3.000 obstáculos, colocaron al equipo español en una situación más normalizada después de tres días de sequía. España es ahora quinta con tres medallas (una de cada metal) y con muchas opciones de mejorar. En cuanto al 1.500, recobró todo su fulgor con un doble como el de las mejores épocas. Como el oro-plata de Cacho y Viciosa en los Europeos de Helsinki de 1994, o el oro-bronce de Estévez y Cacho en Budapest-98. Por no hablar de la plata-bronce de los propios Cacho y Estévez en los Mundiales de Atenas-97. En total, España lleva en el 1.500 tres medallas olímpicas, cinco mundialistas y, desde ayer, nueve en campeonatos continentales.

La victoria de Casado, un madrileño de 27 años cuya única medalla era un bronce en los Europeos en pisa cubierta del 2007, llegó 18 años tras otro momento de gloria en Montjuïc, con la victoria olímpica de Fermín Cacho. Como el soriano, Casado entró en solitario, tras unos 200 metros finales de gran decisión en los que superó al inglés Lancashire y a sus rivales más duros, los españoles.

«No me lo puedo creer. Soy el campeón de Europa... y en casa. Después de tantos cuartos puestos, ya era hora. He luchado para conservar la calle 1 toda la carrera y ahora soy el hombres más feliz del mundo», proclamó Casado. «Este bronce me sabe a oro. Hemos demostrado que podemos competir al más alto nivel», matizó Olmedo.

FINALISTAS PARA MAÑANA / La jornada de ayer, además, sirvió para acumular muchos finalistas para la sesión de clausura de mañana. Eusebio Cáceres (8,27) y Luis Felipe Méliz (8,06) avanzaron en longitud, Ruth Beitia lo hizo fácilmente en altura (1,92), Natalia Rodríguez y Nuria Fernández entraron terceras en sus semifinales de 1.500, controlando en todo momento, y José Luis Blanco (por puestos) y Eliseo Martín (por tiempos) se metieron en la final de 3.000 obstáculos.

Los 8,27 de Cáceres, una jovencísima realidad de Onil (Alicante) que aún no ha cumplido 19 años, tienen un mérito extraordinario, ya que supone la mejor marca europea del año y el nuevo récord continental júnior. En España, solo Yago Lamela (8,56) y Joan Lino Martínez (8,37) han saltado más que Cáceres, que ayer superó al histórico Antonio Corgos (8,23).