La situación azulgrana

El Barça pide dinero

Rosell afirma que el club no ha podido atender algunos pagos y tramita un crédito de 150 millones

CHIGRINSKIY NO CUMPLE NI UN AÑO EN EL CAMP NOU 3El Barça anunció el fichaje de Chigrinskiy el pasado 26 de agosto, dos días antes de enfrentarse al futbolista, y a su club, el Shakhtar Donetz, en la Supercopa de Europa. La hinchada azulgrana presente

CHIGRINSKIY NO CUMPLE NI UN AÑO EN EL CAMP NOU 3El Barça anunció el fichaje de Chigrinskiy el pasado 26 de agosto, dos días antes de enfrentarse al futbolista, y a su club, el Shakhtar Donetz, en la Supercopa de Europa. La hinchada azulgrana presente

JOAN DOMÈNECH / Barcelona

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la delicada situación económica del Barça ha sido la razón principal para el traspaso de Dimitro Chigrinskiy. Un motivo de mayor peso, incluso, que el pobre rendimiento que había ofrecido el defensa ucraniano en su primera y única temporada en el Camp Nou. Así lo explicó Sandro Rosell ayer, que alertó sobre el grave problema de tesorería que atraviesa el club y que le ha impedido atender algunos pagos prescritos para el pasado 30 de junio, entre ellos las nóminas de algunos futbolistas de la plantilla azulgrana.

Los 15 millones que cobrará el Barça por el traspaso-devolución de Chigrinskiy al Shakhtar Donetz entrarán en la tesorería como agua de mayo. Pero esa cantidad, añadida a los 24 millones que pagará el Manchester City por Touré Yaya, no es suficiente líquido para las arcas, hasta tal punto que el club se ve obligado a pedir dinero. La nueva directiva ha tramitado con urgencia la concesión de un crédito sindicado por valor de 150 millones de euros.

«Tenemos que pedir un préstamo para pagar nóminas. Algunos jugadores tenían que haber cobrado el día 30», explicó Rosell, reconociendo las «tensiones de tesorería» que durante la campaña electoral ya intuían. Esa falta de liquidez ha impedido al Barça atender pagos que expiraron el última día de mes. Una situación paradójica, en tanto que Xavier Sala Martín, el tesorero de Joan Laporta, y Joan Oliver, el director general, presentaron las cuentas que arrojaban un superávit superior a los 11 millones.

TRASPASO NECESARIO / La realidad parece bien distinta a la que presentaron los últimos dirigentes. «la venta de Chigrinskiy era necesaria para resolver a corto plazo problemas de tesorería», aseguró Rosell al programaEl Món a RAC 1. Por primera vez, el Bar-

ça justificaba la venta de un futbolista por cuestiones económicas. No solo con las palabras del presidente, sino también con un comunicado oficial del club.

Pep Guardiola no quería desprenderse de Chigrinskiy aún. No solo por la insistencia que ejerció en su fichaje el año pasado, sino porque confíaba en que podía triunfar. Tampoco el futbolista se esperaba ese desenlace. El retorno a su club de origen –firmará con el Shakhtar por 5 temporadas– evidencia el fracaso de su experiencia en el Camp Nou. «Para nosotros ha sido una sorpresa, pero Dmitro, en el fondo, lo entiende. Volvemos por razones económicas. Guardiola nos ha dicho que se siente decepcionado porque lo quería en el equipo», comentó Viktor Chigrinskiy, el hermano del futbolista, a la emisora COM Ràdio.

EL 15% DE SUBIDA DE LOS ABONOS / La anterior junta había negociado la concesión de ese crédito con varios bancos. Según Rosell, habían ofrecido como garantía de pago un plan de negocio que contemplaba el aumento anual del 15% del precio de los abonos. «Estamos cambiando este plan y nosotros no subiremos los carnets», afirmó Rosell.

La dimensión del crédito solicitado invita a pensar que la situación financiera del club es grave. O que el Barça se verá obligado a desprenderse de más futbolistas que reporten dinero contante y sonante. El de Touré ya ha sido contabilizado como ingreso de la junta de Ro-

sell. Otros jugadores están en la cuerda floja y una oferta por ellos podría desembocar en su traspaso. Serían los casos de Rafa Márquez, cuyo mánager visitó las oficinas, o de Zlatan Ibrahimovic. En principio, ninguno de los cedidos (Henrique, Hleb, Martín Cáceres y Keirrison) volverá al Bar-

ça y se les buscará una nueva cesión o un traspaso.

Pero Rosell no quiso lanzar un mensaje de preocupación. «No estamos en quiebra», proclamó. «Que nadie sufra, el Barça seguirá 110 años más, porque se generan ingresos». Los de la temporada anterior ascendieron a 445 millones y, al parecer, no fueron suficientes.