Un desenlace trepidante

Uruguay prolonga su sueño en un partido épico (1-1)

Ghana falló un penalti en el último segundo de la prórroga y acabó derrumbada en la tanda final

Abreu celebra su penalti al estilo Panenka ante la desolación de Kingson.

Abreu celebra su penalti al estilo Panenka ante la desolación de Kingson.

RAÚL PANIAGUA / Johannesburgo

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Uruguay se clasificó para las semifinales del Mundial en un duelo maravilloso que pasará a la historia. Es difícil encontrar un precedente con más emociones, con más nervios, con más lágrimas de felicidad y amargura. Ghana tuvo la gloria a un pasito en el último segundo de la prórroga pero Asamoah Gyan envió el penalti al larguero. Después, en la tanda decisiva, Uruguay prolongó su sueño de forma heroica. La campeona de 1930 y 1950 sigue viva. África se queda sin nadie.

Ni el director de cine más macabro hubiera diseñado un guión como el que se vivió ayer en el Soccer City, el estadio que acogerá la final el próximo 11 de julio. Cuando Sebastián Abreu, el míticoLocoAbreu, marcó el último penalti al estilo Panenka, la liberación uruguaya fue brutal. Los charrúas habían sobrevido milagrosamente en un duelo que pudo llevarse cualquiera. Solo la fortuna evitó que un equipo africano entrara en las semifinales de un Mundial por primera vez. Toda África lloró la derrota de Ghana, un conjunto joven y alegre que tardará en olvidar el cruel batacazo.

Todo lo que ocurrió hasta el minuto 119 apenas será recordado. En la memoria siempre permanecerá la última jugada de la prórroga, cuando Luis Suárez evitó con las dos manos el triunfo de Ghana en la línea de gol. El delantero del Ajax, héroe en octavos ante Corea, pensaba que había cometido un error. Expulsión y penalti. Se marchó amargado al banquillo, pero después comprendió que había salvado a su equipo.

EL LARGUERO DE GYAN / Gyan, el máximo goleador de Ghana, el peleón delantero del Rennes que había marcado antes dos penaltis en el Mundial, el único delantero centro del mundo que juega con el dorsal número 3, tenía el éxito en sus botas. Su lanzamiento no representaba a un país, sino a todo un continente. Le pegó con todo el alma, con toda la pasión posible, pero su tiró se estrelló en el larguero.

No había tiempo para más. Lo ocurrido hasta entonces no valía. Los africanos se adelantaron en el último segundo de la primera parte (otra prueba del suspense), gracias a un zurdazo de Muntari. El centrocampista del Inter, que estuvo a punto de seguir el camino de Anelka por insultar a su entrenador, se redimió con un gran gol. Tras el descanso, empató Forlán con una falta perfecta que cogió desprevenido al irregular Kingson. Dio un paso en la dirección equivocada y cuando quiso reaccionar el jabulani ya estaba en la red. Luego, Uruguay acarició el triunfo, pero Luis Suárez no tuvo el punto de mira ajustado. No marcó ni un gol, pero evitó uno.

ABREU DECIDE A LO PANENKA / Y así se llegó a la segunda prórroga para Ghana, que soñaba con repetir lo mismo que ante EEUU. Entonces, Gyan marcó el tanto de la victoria. Ayer falló el penalti más importante de su vida. Después, no se arrugó y convirtió el primero de la tanda por la escuadra, pero era demasiado tarde. El capitán John Mensah y Adiyiah no tuvieron la misma fortuna. En Uruguay solo falló Pereira. Abreu, a sus 33 años, no se inmutó. Asumió el ultimo tiro y lo marcó con una suave vaselina. Al estilo Panenka. Increíble.