Un ruso impone sus condiciones a un banco sin que se dé cuenta

El cliente modificó las cláusulas del contrato de su tarjeta de crédito y la entidad lo aceptó sin leerlo

Ciudadanos rusos hacen cola frente a un cajero moscovita.

Ciudadanos rusos hacen cola frente a un cajero moscovita. / IS

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El bancoTinkoff Credit Bank Systems (TKS), uno de los bancos en línea más importante de Rusia, ha sufrido el revés de uno de sus clientes,Dmitri Agárkov, que introdujo sus condiciones en el contrato de una tarjeta de crédito sin que la entidad lo detectara,según publica 'The Telegraph'.

Agárkov, de 42 años y residente en la ciudad deVorónezh, debía imprimir y firmar el formulario que le envió TKS, pero en vez de eso escaneó el contrato e introdujo sustanciales modificaciones a su favor. Acto seguido remitió el documento a la empresa, que no detectó los cambios y lo aprobó sin más objeciones.

Crédito sin límite ni intereses

El nuevo contrato establecía que la cuenta no tendría límite de crédito ni cargo alguno para el contratante. Además, contenía una serie de cláusulas que sancionaban al banco si modificaba de forma unilateral algún punto del contrato. De acuerdo con el texto firmado entre el cliente y TKS, Agárkov debía ser indemnizado con una suma equivalente a58.716 euros por cada condición que la entidad incumpliera, así como algo más de136.000 euros por la cancelación de la tarjeta de crédito.

Tarjeta cancelada

En el 2010 el banco canceló la tarjeta debido a los atrasos en los pagos que el cliente acumulaba y dos años después demandó a Agárkov para tratar de obtener el dinero que según la entidad se le adeudaba por tasas de interés impagadas. Un total de 1.021 euros que el contratante no tuvo que abonar, ya que el tribunal decidió que el contrato firmado en el 2008 era totalmenteválido, al considerar que el cliente tenía derecho a proponer sus propias condiciones.

Agárkov ha ido un paso más allá y exige a TKS más de 543.000 euros por haber violado varios de los puntos estipulados por el documento de contratación de la tarjeta, entre ellos la prohibición de rescindir el acuerdo unilateralmente.

Acusación de fraude

El banco asegura que, en lugar de una cuantiosa compensación, Agárkov recibirá una condena de cuatro años de cárcel porfraude. Pero el ciudadano ruso no cede en su empeño y opina que los únicos culpables son los empleados de TKS, que firmaron unos documentos sin ni siquiera leerlos. La próxima audiencia está prevista para septiembre.