Una película serbia desata la polémica en Sitges

El festival de Sitges no sería lo mismo sin la película polémica de rigor. Una edición nunca sería redonda si en su programación no hubiera una cinta extremadamente enferma o violenta que despierte por igual amores y odios, provoque un sugerente boca-oreja entre el público y estimule una divertida rumorología sobre supuestos espectadores que huyen despavoridos de la sala, ponen el grito en el cielo o incluso se desmayan a media proyección. Pues bien, si en otras ediciones hicieron ruido títulos como las francesasÀ l'intérieur(2007) yMartyrs(2008), este año le toca el turno a una propuesta mucho más enferma y retorcida que los dos filmes citados.

Tráiler del filme en Vimeo.

Se trata deA serbian film, una producción serbia (este año han coincidido en Sitges dos películas muy retorcidas de la misma nacionalidad, la que nos ocupa yThe life and death of a porno gang, que pudo verse al principio del festival) que no solo puede ofender y asquear al espectador, sino que ha sido concebida para eso. Primera película de Srdjan Spasojevic (Belgrado, 1976),A serbian filmparte de la historia de Milos, un actor porno retirado que vuelve al ruedo, para mostrar con todo lujo de detalles las mayores atrocidades imaginables e inimaginables.

¿Hay para tanto? No y sí. No, porque no es la cinta de terror más retorcida de todos los tiempos: hay películas tan enfermas comoA serbian film, y muchas se han visto y pueden verse en el festival de Sitges. Y sí, porque sobrepasa todos los límites con un realismo, una sequedad y una ausencia de humor (su violencia no es verbenera, no es festiva) que la hacen ser escandalosamente incómoda, en especial para el espectador no habituado al cine de terror más agresivo.

Tras una larga presentación de personajes de tono realista,A serbian filmse adentra en el terreno de la falsasnuff movie(película de violencia real) y sirve un catálogo de vejaciones --palizas, torturas, violaciones-- del que no se libran ni los niños: una de las escenas más repugnantes de la película es la violación de un recién nacido. De todos modos, como suele pasar con el cine más extremo,A serbian filmpuede provocar dos cosas completamente distintas. Perturbará hasta lo indecible a algunos espectadores: las huidas masivas de la sala son probables y comprensibles. Pero habrá quien piense que de tan excesiva, de tanto como riza el rizo y se notan las intenciones de epatar del director, pierde por completo su eficacia. La polémica está servida.A serbian filmpuede verse mañana viernes, 15, a la 1.00 horas en el Auditori y el sábado, 16, a las 23.00 horas en el Retiro.