ANÁLISIS

La Generalitat quiere 'liquidar' la JONC

La Generalitat quiere 'liquidar' la JONC_MEDIA_1

La Generalitat quiere 'liquidar' la JONC_MEDIA_1

ANTONI ROS MARBÀ
DIRECTOR DE ORQUESTA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Desde Santiago de Compostela, donde estoy cumpliendo con mis obligaciones de director titular y artístico de la Real Filharmonia de Galicia, leo que la junta directiva del Barça ha decidido nombrar asesores deportivos a Rexach, Fusté y Migueli. Soy culé de toda la vida. Quiero al Barça. Leyendo esta noticia me alegro de que tres jugadores que han demostrado sobradamente su devoción al club tengan ocasión de escuchar y opinar sobre asuntos importantes del Barça, pero, sobre todo, me alegro de que el presidente y sus colaboradores quieran tener cerca a gente que quizás no serían buenos presidentes y directivos, pero que de fútbol y del entorno del fútbol saben mucho. Es una estrategia antigua, pero probablemente eficaz, la de contar con quienes saben más que uno para asesorarse.

Qué diferencia tan enorme con el Gobierno de mi país. Casi al mismo tiempo leo que el Gobierno de la Generalitat quiere hacer desaparecer la Fundació per la Jove Orquestra Nacional de Catalunya. ¿Qué debe haber pasado?, me pregunto. Sé de primera mano que la JONC ha estado en plena forma en los últimos años, haciendo una gran tarea y, por eso, la noticia me deja perplejo. Pregunto a mis amigos si ha habido algún problema. Su respuesta me deja estupefacto. Me dicen que no ha pasado nada, que a la JONC le va todo bien y que continúa siendo un referente para los músicos del país, pero que, al amparo de un decreto del Gobierno para adelgazar la administración pública, han decidido que la Fundació de la JONC deje de existir. La Escola Superior de Música (ESMUC) la absorberá y gestionará.

Mientras pienso que, si quieren adelgazar la administración, a todos se nos ocurrirían ideas mucho mejores que esta, mi asombro ya traspasa los límites de la cortesía. ¿Cómo es posible que un proyecto que se ha ganado a pulso un sólido prestigio musical, aquí y fuera, y que tiene el respeto de la profesión gracias a su independencia, deba someterse a una escuela, por buena que sea.

Pienso que, para tomar una decisión tan importante, los responsables de la Conselleria d'Educació habrán pedido consejo y asesoramiento a los prohombres del mundo musical catalán. Pero no.

Honorable conseller Ernest Margall, quiero a mi país y siento un gran respeto por nuestras instituciones, por eso y por el afecto que le tengo, debo decirle que el modo de llevar este asunto me ha consternado. Es indignante tomar así una decisión corriendo y a escondidas de las personas y las instituciones musicales y educativas que han alimentado el proyecto de la JONC. Espero que halle la manera de rectificar.

Quiero creer que entre todos encontraremos el modo de evitar una tarjeta roja directa.