EN 'DOMINICAL'

Santiago Segura: "Superman me deja frío"

El actor y director pone cara al padre de Anacleto, las hermanas Gilda y la familia Cebolleta en 'El gran Vázquez'

Santiago Segura, en su papel del dibujante Manuel Vázquez en el filme 'El gran Vázquez'

Santiago Segura, en su papel del dibujante Manuel Vázquez en el filme 'El gran Vázquez' / periodico

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El actor y director Santiago Segura hace un alto en el rodaje de la cuarta entrega de Torrente para visitar el sábado el Festival de Cine de San Sebastián. De momento, Santiago Segura pone cara a El gran Vázquez, el padre de Anacleto, las hermanas Gilda y la familia Cebolleta. Estrella de Bruguera y moroso profesional. Jeta y genio. "Siempre he tenido más cariño a los personajes que no ganan al final", cuenta en Dominical. A continuación, ofrecemos un extracto de la entrevista que publica la revista del domingo.

Manuel Vázquez es el primer personaje real que interpreta. ¿Se siente raro?

Más bien, responsable. En cualquier caso, es algo que me hace mucha ilusión. No es como si interpretara a San Juan de la Cruz. Vázquez era un ídolo para mí.

Tuvo 11 hijos de siete mujeres diferentes. No hace falta ser feminista radical para que brote la urticaria.

No era un modelo a seguir, no. Estuvo en la cárcel por bígamo y por defraudar a Hacienda. Pero lo curioso es que toda la gente que nos hablaba de él lo hacía con una sonrisa dibujada en la cara. "¡Menudo cabrón el Vázquez y el sablazo que me dio!", nos decían muchos mientras se reían. Tenía luz, era un encantador de serpientes. Su vida era de su personaje.

A los genios les perdonamos los pecados.

Es verdad. Es que hay que tener estilo para hacer ciertas cosas con genialidad. Si una persona gilipollas, gris y anodida te tima, pues le coges del pescuezo y¿ Pero si te tima Vázquez es otra cosa. La gente que nos habla de él no lo hace con amargura sino con buenas vibraciones.

Empezando por su propia familia.

Uno de sus hijos, Manolito, estaba todo el día en el rodaje y para mí ha sido una ayuda increíble porque me veía en las escenas y me decía: "Muy bien, papá". Eso me animaba mucho en el rodaje. Un día me preguntó dónde había visto la manera en que su padre tiraba el cigarrillo porque él lo hacía justo así. Muchas veces pensé que el espíritu de Vázquez planeaba sobre el set de rodaje riéndose de nosotros.

¿Sigue sin caérsele el mito?

Yo le tenía idealizado. Pensaba que era un viva la virgen, un genio, un bohemio, un ser ingenioso con un gran sentido del humor. Pero es verdad que ese tipo de gente también tiene su lado oscuro: hijos y mujeres abandonadas, gente a la que le dio sablazos¿ El gran Vázquez no ofrece un personaje de comedia unidimensional. Es más humano que eso, tiene más chicha. No tienes por qué compartir su ideología, pero sí entenderlo. Y eso es lo que he tratado de hacer, entenderlo.

¿Aprendemos más de los perdedores que de los triunfadores?

A mí me gustan más las historias de perdedores. Siempre he tenido más cariño a los personajes que no ganan al final. Supermán me deja frío. Es guapo, fuerte, vuela¿ ¿Qué interés tiene? Me gusta la gente diferente. Como Vázquez, que era un rebelde. Si se hubiera sometido, su vida hubiera sido mucho más fácil. Hubiera sido Ibáñez. ¿Qué quieres ser, Vázquez o Ibáñez? ¡Uf!, no sé. Son dos genios. ¿Beatles o Rolling? Me gustan los dos.

El gran Vázquez ha llegado al Festival de San Sebastián, que no suele tener comedias en la sección oficial. ¿Expectativas?

Pasarlo bien y comer bien. En este festival lo normal es que gane un actor coreano que nos demuestre su gran expresividad. En serio, no tengo ninguna expectativa en Donosti, donde a veces se ven unos ladrillos importantes. Sin embargo, creo que la película gustará a la gente porque es inteligente y nada habitual en el cine español. Es un filme muy curioso. No es descaradamente comercial, pero sí que puede gustar al gran público.