SEMANA SANTA

Cornellà recupera sus procesiones medio siglo después

La cofradía Joves del Crist de la Bona Mort celebra, por primera vez desde 1964, un Via Crucis formado por hombres y mujeres

Un momento del Vía Crucis de la cofradía Joves del Crist de la Bona Mort en Cornellà, el pasado viernes.

Un momento del Vía Crucis de la cofradía Joves del Crist de la Bona Mort en Cornellà, el pasado viernes. / periodico

QUERALT FLOTATS / Cornellà de Llobregat

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Un grupo de jóvenes de la parroquia de Sant Miquel ha conseguido lo que hacía 50 años que no se lograba en las calles de Cornellà: recuperar las procesiones.

El pasado viernes, por primera vez desde 1964, la cofradía Joves del Crist de la Bona Mort, organizada el pasado 2013, protagonizó un Vía Crucis alrededor de la parroquia portando una imagen de Jesucristo en la cruz.

“Se trata de una imagen con historia en Cornellà, que data de mucho antes de la Guerra Civil”, explica Santiago Obrero, presidente de la cofradía. “Una señora pudo guardar en una casa antigua esta imagen, evitando que la quemaran y la donó a la iglesia de Santa María. A pesar de que está muy dañada, hemos querido recuperarla y sacarla en brazos a la calle”, afirma.

Los encargados de sujetarla fueron nueve portadores, hombres y mujeres, acompañados de una penitencia de unas 100 personas, el párroco y también las autoridades de la ciudad.

“Según el ayuntamiento, había entre 400 y 600 personas” asegura Obrero. “Estamos muy contentos, en ningún momento esperábamos tanta afluencia y tan buena acogida de la iniciativa en Cornellà. Después de 50 años sin procesiones hemos sido los primeros y vamos a seguir adelante”, confía el presidente.

Actualmente, la cofradía, con tan sólo un año de vida, está formada por 40 hermanos. “Nuestra intención de cara al año que viene es sacar un paso profesional la noche del jueves santo y con este propósito seguiremos trabajando de cara al futuro”, dice Obrero.

El consistorio también ha puesto su granito de arena cediendo un espacio compartido con otras entidades para que la  cofradía Joves del Crist de la Bona Mort tenga una sede social.

“Nos ha costado trabajo, sudores y horas de sueño pero lo que se hace con fe y ganas siempre es bienvenido”, concluye Santiago Obrero.

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