Espectáculo astronómico

Todo por tres minutos

Un cartel informa de que ya no quedan gafas para contemplar el eclipse, en una tienda de Estrasburgo.

Un cartel informa de que ya no quedan gafas para contemplar el eclipse, en una tienda de Estrasburgo. / ph/QL

A. M. / BARCELONA

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Las islas Feroe, que se encuentran al norte de Escocia, son teóricamente el mejor emplazamiento del mundo para ver el eclipse debido a la duración del fenómeno, con una totalidad que allí se prolonga durante 2 minutos y 47 segundos.

Sí, menos de tres minutos. Pero a los aficionados no les importa.

«El cielo está ahora con un aspecto gris y lleno de cirros, pero confiamos en que en el momento de la observación no nos molesten mucho», comentaba ayer por teléfono Àngel Massallé, un experimentado buscador de eclipses que se ha desplazado hasta las Feroe en compañía de otras 27 personas, entre socios y acompañantes de la Agrupación Astronómica de Sabadell. Claro está que no había muchas opciones si querían ver la totalidad: «Nos decidimos por Feroe porque suele llover menos que en las Svalbard, que era la primera alternativa, pero siempre puede haber sorpresas en un fenómeno tan breve». Massallé ya ha tenido la oportunidad de observar 10 eclipses de Sol totales, aunque el de Shanghái en el 2009 cuenta un poco menos porque «el día estuvo completamente cubierto», bromea.

Planificar

Los eclipses se han convertido para Masallé en una pasión que combina astronomía, fotografía, amistades y turismo. «Nos abre caminos a destinos que difícilmente veríamos», comenta. Una pasión muy civilizada, sin duda, porque al margen de las inclemencias del tiempo todo está previsto con suma antelación. No solo llegan puntuales los eclipses, sino que los viajes deben planificarse con mucha antelación porque suele haber competencia. «Ya tenemos prácticamente ligado el próximo eclipse del 2016, cuando iremos a Célebes, en Indonesia, y otro que habrá en el 2017, en Estados Unidos», explica Massallé.

De hecho, en el archipiélago de las Feroe, que tiene 50.000 habitantes, se han debido de habilitar alojamientos de todo tipo, desde habitaciones particulares hasta cruceros, para acomodar a todos los turistas.Los dueños del hotel Føroyar, uno de los pocos existentes en la capital, Tórshavn, reconocen que tienen colgado el cartel de completo desde hace dos años. Las autoridades locales reconocen que el eclipse será sin duda un revulsivo para el turismo, una de las principales fuente de ingresos de las islas, puesto que la temporada suele empezar un poco más tarde, cuando el frío se retira.

Para el socio de Astrosabadell, «todos los eclipses son diferentes. Todos son igual de atractivos». «Recuerdo mucho el de Libia, con el horizonte despejado e iluminado -afirma-, o uno que fuimos a la sabana africana, lleno de animales que respondían extrañados al oscurecimiento...», rememora entusiasmado. En esta ocasión, prosigue, «podría darse la conjunción con una aurora boreal, algo que sería espectacular».En cualquier caso, añade Masallé, «lo más impactante de un eclipse se repite en todos: es ese cambio repentino, cuando se hace de noche en medio del día. Es como si alguien apagase el interruptor de la luz del cielo». Con todo el material obtenido, los socios de la agrupación astronómica realizan después diversas actividades expositivas y divulgativas. Las fotos son espectaculares.