EN 'JOURNAL OF GENERAL PHYSIOLOGY'

El procesamiento de los olores en los mamíferos es más complejo de lo esperado, según un estudio

El número de células receptoras emparejadas a la proteína G es vital para transmitir diferencias del entorno al cerebro

AGENCIAS

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El procesamiento de los olores en los mamíferos es más complejo de lo esperado, según sugiere un estudio del Centro de los Sentidos Químicos Monell en Filadelfia (Estados Unidos) que se publica en la edición digital de la revistaJournal of General Physiology.

El estudio muestra que la contribución de los receptores del olor a la respuesta olfativa en los mamíferos es mucho más compleja de lo pensado hasta el momento y que posee importantes consecuencias para la codificación de olores y la transferencia de información sobre olores al cerebro.

Los receptores del olor, que proporcionan un sistema para que los mamíferos distingan entre muchos olores diferentes, forman un grupo grande y diverso de receptores emparejados a la proteína G que se corresponden con alrededor de 1.000 receptores distintos a nivel funcional en roedores y alrededor de 350 en humanos. Además de proporcionar especificidad de olores a las neuronas receptoras olfativas y contribuir a la orientación de los axones de estas neuronas, se sabe poco sobre la contribución de estos receptores a la respuesta olfativa.

Los científicos, dirigidos por Johannes Reisert, demuestran ahora que los diferentes receptores del olor tienen una variedad de grados de actividad basal, lo que dirige las fluctuaciones de corriente del receptor y la activación del potencial de acción basal. Esta actividad basal puede verse inhibida por el funcionamiento de los olores como agonistas inversos.

Además, las neuronas receptoras olfativas estimuladas por los olores expresan diferentes receptores de olor y pueden tener patrones de respuesta muy diferentes en las fases avanzadas de la estimulación prolongada.

Por tanto, las diferencias en la actividad basal, el antagonismo inhibitorio y los patrones de respuesta en fase avanzada podrían contribuir hasta aquí con información insospechada utilizada por el sistema olfativo en la categorización de olores.