El Tour ya ha llenado los hoteles

La pasión por la prueba agota las habitaciones del recorrido a más de ocho meses del inicio de la carrera

Quintana y Froome

Quintana y Froome / periodico

SERGI LÓPEZ-EGEA / BARCELONA

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La mayoría de hoteles que se encuentran ubicados en las ciudades y pueblos que acogerán llegadas y salidas de la próxima edición del Tour (del 2 al 24 de julio del 2016) ya han colgado el letrero de "completos" a más de ocho meses del inicio de la prueba. Apenas quedan habitaciones y las que aún están libres aparecen en los buscadores de viajes más empleados con precios por las nubes. Es la muestra evidente de la pasión que despierta la carrera ciclista y que aumenta año a año.

El martes se presentó en París el recorrido y se oficializaron los enclaves por los que pasará la prueba. Gracias a la magia de internet y a las filtraciones por parte de diarios locales franceses y en ocasiones de los propios hoteleros ya se había filtrado parte del recorrido lo que había provocado un alud de reservas. Del martes al miércoles, en cuanto el Tour vio la luz en la capital francesa, se agotaron la mayoría de las poquísimas ofertas que quedaban.

ASO, empresa organizadora de la carrera, que cuenta con su propia agencia de viajes, tenía desde hacía semanas bloqueadas la mayoría de habitaciones de las grandes cadenas hoteleras francesas para distribuirlas entre los equipos, personal oficial, patrocinadores y seguidores de la prueba que solicitan sus servicios. Asimismo, las agencias que organizan excursiones cicloturistas, principalmente a los Pirineos y a los Alpes, también estaban en alerta y durante las últimas horas incrementaron su trabajo para conseguir las últimas habitaciones libres.

Así, en Saint Lô, lugar en el que el Tour ha establecido sus oficinas móviles y duermen los equipos, a 129 kilómetros del Mont de Saint Michel, donde empieza la 'grande boucle' el 2 de julio, ya no queda un hotel libre en varios kilómetros a la redonda, con la excepción de la ciudad de Caen. Y lo mismo sucede con una ocupación casi completa en las ciudades de Angers y Limoges, sedes de los finales de las dos últimas etapas llanas que abren la prueba.

La estación de Le Lioran (en el macizo Central) también se encuentra al completo al igual que Montauban, que acoge la última jornada previa a los Pirineos. En esta cordillera la situación ya está en alerta roja. La primera llegada en alto de los Pirineos, al Lago de Payolle, en las inmediaciones del Aspin, ha acabado con las reservas hoteleras de los alrededores –principalmente las pequeñas ciudades de Bagnères de Bigorre Arreau-- y de las ciudades de Tarbes y Pau. Solo Lourdes, un gigante hotelero, sigue ofreciendo una alternativa a más de ocho meses.

La etapa catalana

La situación no mejora en Luchon (al completo) donde concluye la segunda etapa pirenaica y tampoco en Vielha, con poquísima oferta en estos momentos. En Andorra la Vella, en cambio, sí que quedan habitaciones aunque algunos hoteles de la capital del país han aprovechado la confirmación oficial de la ciudad como sede de la primera jornada de descanso para multiplicar los precios a unos niveles exagerados. Así habitaciones que habitualmente rondan los 100 euros se situaban este miércoles por encima de los 250 e incluso los 300 euros.

En Carcasona se repite la situación y en los alrededores del  Ventoux –llegada del 14 de julio, fiesta nacional francesa- no quedan hoteles libres en varios kilómetros a la redonda, al igual que por las localidades de la región de Ardèche que acoge la primera contrarreloj individual.

En Berna, segunda jornada de descanso, los hoteles todavía no reservados difícilmente bajan de los 200 euros por noche y la situación en los Alpes (cuatro etapas consecutivas del miércoles 20 al sábado 23 de julio) todavía empeora más. Las ciudades de Saint Gervais les BainsSallanchesMegève y Morzine están ocupadísimas y sin apenas opciones, a no ser que no importe rascarse el bolsillo. Este miércoles uno de los pocos hoteles tradicionales todavía libres en Morzine, la última etapa de montaña antes de París, ofrecía habitaciones al precio de 200 euros.

La única posibilidad

La única alternativa viable en estos momentos para aquellos aficionados que quieran viajar a Francia y pernoctar cerca de una llegada o salida es reservar en alguna de las chambres d’hôtes (los bed and breakfast franceses) familiares y pequeñas próximas a la zona de paso del Tour, ya que la organización de la carrera las desestima ante la imposibilidad de acoger el dispositivo de los equipos y del propio personal de la carrera.