entrevista con el El presentador de 'Esports' de TV-3

Artur Peguera: "El Pont es el corazón que late por toda la comarca"

Montañero. Artur Peguera, a 3.207 metros, en la cima del pico Russell, con el Vall d'Aran de fondo.

Montañero. Artur Peguera, a 3.207 metros, en la cima del pico Russell, con el Vall d'Aran de fondo.

CARME ESCALES
BARCELONA

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Para llegar al prado, vacas y ovejas debían atravesar la calle donde Artur Peguera jugaba con sus amigos. Ese era su espacio de juegos infantiles, libres de reloj y peligros. El periodista nació en El Pont de Suert en 1964 y vivió allí hasta los 10 años porque a su padre, corresponsal de prensa, le enviaron a Lugo. Dos días de viaje en un Seat 1500 y dos años y medio de estancia en la ciudad gallega. Durante este tiempo solo volvió a El Pont en vacaciones. La familia Peguera Anoro aún conserva la vivienda donde Artur creció respirando la naturaleza que hoy le reta a tocar el cielo en cualquier cima que pisa el presentador de Esports de Televisió de Catalunya.

-¿Conserva amistades de aquella infancia?

-Sí. No es la misma relación porque entonces solo pensábamos en jugar, pero mantenemos el cariño y recordamos aquellos tiempos y organizamos excursiones a la montaña para pasar la tarde o madrugamos para hacer alguno de los picos de 3.000 metros que rodea el pueblo.

-¿Qué siente cuando regresa a El Pont de Suert?

-Cuando voy para pasar unos días, siempre pienso que me gustaría volver a vivir allí. Envidio a los amigos que tuvieron el valor de desafiar las dificultades y se quedaron a vivir en El Pont. Gracias a ellos, ahora podemos volver nosotros. Sin su determinación, el pueblo se hubiera apagado del todo.

-¿Disfruta por igual la comarca de la Alta Ribagorça y su capital?

-A mí El Pont de Suert me encanta, pero he de admitir que lo mejor que tiene es su entorno. Una vez crearon un lema turístico muy acertado: Pont de Suert el cor i els voltants un tresor. El Pont es el corazón que late por toda la comarca, el centro principal de comercio y negocios, pero la riqueza que lo envuelve no tiene precio: pistas de esquí, kilómetros y kilómetros de caminos para excursiones, las iglesias románicas...

-¿Algo imprescindible?

-Un paseo por el barrio antiguo de El Pont, con vermut y entrada a la iglesia nueva. Con niños, hay que visitar el centro de fauna. Y un paseo por el Camí de l'Aigua es la mejor terapia antiestrés. Yo recomendaría El Pont  a los clubes deportivos para sus estadías de pretemporada. Tiene buenos hoteles, instalaciones modernas y, ahora, piscina climatizada.

-¿Qué deportes practica allí?

-Muchísimos. En invierno, esquío en Boí-Taüll. En verano, casi cada día salgo a correr por la montaña y suelo ir al pantano de Escales, donde un par de amigos han montado actividades náuticas. Pero en la comarca también hay infinidad de rutas para hacer en bicicleta de montaña.

-¿Qué le falta a su Ribagorça?

-Trabajo, industria, bomberos profesionales y mejorar el CAP.

-¿Hay algo que crea que le sobra?

-El tramo de la N-230 que cruza El Pont. Es urgente hacer la variante.

-¿De qué se puede sentir muy orgullosa la gente de la comarca?

-De haber sobrevivido sin deber nada a nadie, de ser hospitalaria, de su cocina con setas, del civet d'isard y de la girella. Hay que probarlos.

-¿Algún célebre deportista con el que comparta los orígenes?

-Bueno, aunque él nació en el Hospital de Vielha y vivió en La Pobla de Segur, la casa pairal de Carles Puyol es el Mas de Gras, en el El Pont de Suert, que el futbolista ha reformado.