entrevista

Anna Roig: «Sant Sadurní sabe sacar jugo a la cultura del cava»

Cantante del grupo Anna Roig i L'Ombre de Ton Chien. Nació en Sant Sadurní

En el territorio 8 La cantante Anna Roig posa en un viñedo de Sant Sadurní.

En el territorio 8 La cantante Anna Roig posa en un viñedo de Sant Sadurní.

CARME ESCALES
SANT SADURNÍ D'ANOIA

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El exilio en Francia de su abuelo, hijo de Sant Sadurní, le dio a Anna Roig una abuela y una madre francesas. En un viaje al Alt Penedès en busca de sus orígenes, su madre conoció al que sería su padre y en 1981 nació ella. La joven cantautora tiene en el barrio de la Diputació de Sant Sadurní sus recuerdos de infancia.

-¿Cuáles fueron esas vivencias?

-Me acuerdo mucho de los juegos en la plaza junto a nuestra casa, se llama de Manuel Raventós, pero la llamamos de Cal Miró. Pero, sobre todo recuerdo las fiestas del barrio, la Capvuitada de Corpus. Cada año hacíamos una falla, había alfombras florales y bailes tradicionales, castillos de fuego y sardanas. Son siete días seguidos de fiesta, uno por cada barrio de Sant Sadurní. Íbamos de casa en casa y nos servían coca y cava y en los garajes se montaban guateques.

-¿Ahora no participa de la fiesta?

-Ahora tengo el corazón dividido entre mi barrio de infancia, la Diputació, y el Montserrat, donde vivo en la actualidad. Opté por no implicarme en la fiesta de ninguno de ellos. Y como he vivido cuatro años en Francia y viajo a menudo a Lyón, no siempre he estado durante la celebración.

-¿Qué es lo que más ha añorado en sus estancias en Francia?

-Bueno, en general, me doy cuenta de que salir fuera me ha servido para valorar mucho más Sant Sadurní y su entorno. Pero un año, el 8 de septiembre, añoré de manera muy especial la Festa de la Fil·loxera. Nunca me la había perdido y estuve muy triste. Me tuve que poner el disco de la fiesta. Estaba con amigos y me dediqué a explicarles cada detalle de la fiesta. Fue como vivirla desde allí.

-Lo superó. Como Sant Sadurní superó la plaga en sus viñas, ¿Qué es lo que más aprecia de esa fiesta?

-La Festa de la Fil·loxera es el momento del año en el que todo el pueblo va a la una, todos vestidos de amarillo. Y en la organización participa mucha gente. Yo llevo un cabezudo que es una señora payesa.

-Un fin de semana cualquiera, ¿Qué recomienda hacer en la comarca?

-Yo subiría a miradores de l'Alt Penedès, como el castillo de Gelida, con vistas preciosas a la zona; el castillo de Subirats, en el que, además, hay una bonita excursión para hacer a pie; o el de Olérdola, desde el que se divisan el Garraf y el Penedès. Daría un paseo entre viñas, comería en un restaurante de la zona y visitaría una bodega. Si hay cita castellera en Vilafranca, será redondo.

-¿De qué cree que debe sentirse orgullosa su población?

-Diría que de la cultura que ha sabido generar a partir de su tradición agrícola. Sant Sadurní sabe sacar jugo de la cultura del cava y del vino. Además de fiestas populares, la programación teatral del auditori de Vilafranca está muy bien, aunque yo siempre quisiera que se hiciera más. Y en el mundo del enoturismo se han sabido poner las pilas. Las cavas, más allá de elaborar con gran calidad, ofrecen experiencias. Yo lo vivo de cerca porque mi familia son comerciantes de vino desde 1934 (www.calferu.com). Mi bisabuelo compraba vino a los payeses y lo llevaba en carro a tabernas de Barcelona.

-¿Su grupo nació en Sant Sadurní?

-Sí, en el instituto intermunicipal del Penedès teníamos una actividad de combo, para aprender a tocar en grupo y allí conocí a Magí Batalla, guitarra y productor del grupo. Otros dos miembros son de Vilafranca y uno de Capellades. Ahora ya preparamos nuestro tercer disco.