Análisis

El mejor equipo del mundo

PAU ARENÓS

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El mejor equipo del mundo para el Sopar de l'Any: los maximalismos son aventurados porque pueden volverse contra uno. Las exageraciones son un bumerán que, de regreso, parten los dientes del bocazas. Pese a la advertencia, no hay arrepentimiento y la frase es escrita de nuevo y con énfasis: ¡el mejor equipo del mundo! Los Diez Magníficos (más el CapitàAdrià) los hemos llamado en los últimos años. Después de ese título estupendo, los superlativos están chamuscados. Sí, quedan los siderales o los religiosos: Dios o extraterrestre, que a lo mejor es lo mismo, reservados paraMessi.

En torno a la cocina de vanguardia hay mucho ruido. Los mensajes a veces no se entienden porque los apocalípticos mueven las maracas y los trombones con ganas e intención. ¿Que esta gente son qué?

Pongo las manos en la boca haciendo embudo para que se escuche bien: el planeeeta ya sabe ahora de forma oficiaaaal lo que nosotros conocemos desde hace tieeempo. El Celler de Can Roca esthe best.

Si los hermanosRocason losnumber 1es también porque se alzan en tierra bien cultivada, con suelos que abonaron antesFerran yAlbert Adrià, coperos en la lista internacional durante un lustro. En el Sopar de l'Any, varios campeonísimos. ¿Alguien da más?

La cocina catalana está bien cohesionada, gente que se estima y colabora: cuando se llega a lo máximo en una profesión es casi imposible unir términos comoestimarycolaboracióny aún desconcierta más ese azúcar cuando tienen a mano un arsenal de armas blancas, de cuchillos a tijeras, pasando por hachas de trinchar.

Que hombres y mujeres que son competencia se quieran tanto es sospechoso. Algo ocultarán.

Joan Roca, Carme Ruscalleda, Nandu Jubany(que actúa como chef mánager conJaume Vera, de Grup GSR),Mey Hofmann, Fina Puigdevall(conPere Planagumà),Carles Gaig, Carles Tejedor, Paco Pérez, Albert AdriàyChristian Escribà, conFerran Adriàcomo presidente de honor de esta cofradía del tenedor.

Cuento con los dedos -y no sé mucho de números- 20 estrellas Michelin, entre ellas, las seis deCarme, la mujer másmichelínica-con perdón- del mundo. Otra campeonísima.Paco Pérezanda cerca: con cuatro brillos en la chaquetilla.

Los escépticos dirán: y a nosotros ¿qué nos importa? La noticia de Londres -elcellerazo- alegró a muchos, a ciudadanos que jamás irán al Celler ni a ningún otro restaurante que sobrepase los 20 euros, y se regocijaron de buena fe con el reconocimiento porque saben que los chutes de optimismo son necesarios y porque es prioritario sacar la cabeza y el gorro en la escena internacional y porque intuyen que si un sector marcha, aunque sea con pata de palo, hay que apoyarlo porque ocupa a gente de forma directa o indirecta.

Este colectivo representa la excelencia profesional. Líderes con decenas de cocineros a sus órdenes, pequeños empresarios con alma de artistas: una combinación que confunde a las escuelas de negocio. Es un trabajo en racimo. De cada una de esas casas se desprenderán otros pequeños cocineros, que abrirán sus espacios y tal vez un día sean grandes. Por eso la gastronomía crece de manera exponencial. Y, así, Catalunya se garantiza acoger siempre al mejor equipo del mundo.