VELA. MEDALLA DE ORO EN 470 MASCULINO

Del Olimpo al océano

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FRANCESC CUSÍ / Barcelona

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Uno, Jordi Calafat, está tan acostumbrado a ganar ya desde niño --lleva sobre sus hombros cuatro campeonatos del mundo, el primero conquistado cuando sólo tenía 15 años, y tres subcampeonatos del mundo-- que quedarse fuera de la selección olímpica de 1988 fue un verdadero palo. El otro, Kiko Sánchez, se llevó la gran decepción en aquellas regatas de Seúl-88, cuando a 500 metros de la última línea de llegada se veía con la plata colgada al cuello, pero una rotura lo tiró al agua y lo apeó del podio.

Pero si el Barça de sus pesares no había fallado este año, tampoco lo haría Jordi Calafat. Y Kiko Sánchez no quería verse apartado del triunfo por segunda vez consecutiva. Además de entrenarse tanto como el que más, trabajaron para tener el barco más rápido del mundo. Y lo lograron. Prueba de ello es que la mitad de la flota olímpica de 470 llevaba las velas que ellos habían puesto a punto en un taller de Vilassar de Dalt.

La vida, sin embargo, no termina aquí. Kiko Sánchez se vuelve a Alicante a acabar sus estudios de ingeniería. Navegar quedará por ahora en segundo término. Jordi Calafat, en cambio, sí seguirá navegando. Pero lo hará lejos de su bahía de Palma. Lo hará donde navegan los grandes marinos, en el océano abierto. Allí donde sólo se navega para el propio placer. Lejos de los rivales, que casi siempre se pierden más allá del horizonte. Pero con la misma obsesión: lograr que el viento le haga correr más que nadie.

Es su reto de siempre. Unido ahora a un poco de aventura. Y lo hará con algunos de sus amigos de toda la vida. Entre ellos, Toni Ripoll, el entrenador de los regatistas olímpicos españoles de 470, el mismo amigo que estos años le ha ayudado a correr sobre el agua.

Lo harán como les gusta hacerlo: sin testigos. Sin nadie que los presione, sin advenedizos de última hora que quieran llamar la atención dándoles unos consejos que no necesitan. Y sin nadie que quiera ponerse la medalla que ellos se han ganado, con la ayuda de algunos que ni han salido ni saldrán el la foto.