¿Qué piden los vecinos del eje Besòs al plan de barrios de Colau?

Líderes vecinales de los tres primeros enclaves que se beneficiarán del plan de barrios presentado por el Ayuntamiento de Barcelona este jueves exponen sus demandas.

BON PASTOR - BARÓ DE VIVER

Finalizar la (lenta) sustitución de las casas baratas

Como en muchos otros enclaves de la ciudad, la vivienda está en un lugar destacado de la agenda del movimiento vecinal del Bon Pastor. En su caso concreto, la espina clavada que anhelan quitarse con la inyección económica de este nuevo plan de barrios es la sustitución de las casas baratas, que debía de haber terminado hace un lustro. Se trata de ejecutar la cuarta fase de la transformación urbanística del barrio, que el vecindario quiere que sea la mayor de todas, con la construcción de cinco nuevos bloques.

“El objetivo es que además de realojar a los últimos vecinos, queden viviendas libres para ampliar el parque de protección oficial”, apunta Paquita Delgado, histórica líder vecinal de la zona.

La activista destaca también la necesidad de rehabilitar los edificios del barrio fuera de la zona de las casas baratas. “Son fincas la mayoría de unos 70 años, en mal estado y sin ascensor, donde vive mucha gente mayor”, prosigue la líder vecinal, quien también apunta la necesidad de impulsar la reactivación del polígono industrial de Baró Viver -el poco terreno industrial aún activo en la capital, aunque agónico, al margen de la Zona Franca- para afrontar otra de las prioridades: el trabajo.

BESÒS-MARESME

Acabar con la aluminosis en el "Besòs profundo"

Marcelino Sánchez, líder vecinal del Besòs, no duda al ser preguntado sobre las prioridades en el barrio: “Acabar con la aluminosis en el Besòs profundo”. En la asociación de vecinos calculan que quedan aún 28 fincas afectadas por dicho mal. El barrio bisagra entre Barcelona y Sant Adrià es uno de los núcleos de la periferia de la ciudad en los que aún hay grises bloques con portales apuntalados, enfermos del mal destapado hace ya un cuarto de siglo en el Turó de la Peira, que al poco se descubrió que afectaba, cómo no, a la mayoría de los barrios del extrarradio: Besòs, Trinitat Nova, Via Trajana...

Relacionado también con la precariedad de la vivienda, Sánchez pone sobre la mesa la necesidad de la instalación de ascensores en los viejos e inaccesibles edificios de un barrio que concentra, además, un gran número de pisos sobreocupados en los que (sobre)viven muchos de los jóvenes subsaharianos que se ganan la vida con la venta ambulante o la recogida de chatarra.

La formación y el trabajo es otra de las asignaturas pendientes en el Besòs, donde solo un 9% de los vecinos disponen de un título superior (frente al 28,4% de media en la ciudad) y una renta familiar de 53 (siendo la media de la ciudad de 100). Sánchez apunta por último la importancia de afrontar "de una vez por todas y de forma integral" la transformación del eje Pere IV. "Lo que queremos es que empiecen a hacer algo por el barrio ya. Que se vean los cambios. Que se note", concluye el veterano portavoz vecinal. 

TRINITAT NOVA

Salvar las barreras arquitectónicas

Sobran los motivos por los que Trinitat Nova, lugar que encabeza la desesperanzadora lista de pobreza familiar en Barcelona (con un 38,5, siendo la media de la ciudad de 100), debía ser uno de los primeros 15 barrios beneficiados por el nuevo plan. El, estadística en mano, más pobre de los barrios de Nou Barris, se convirtió en imagen de la brecha entre zonas de la ciudad en la última etapa del gobierno de Trias.

En el barrio piden, cómo no, planes de ocupación y formación, además de una apuesta clara por la cohesión y la convivencia y trabajos urbanísticos para salvar las importantes barreras arquitectónicas con las que conviven a consecuencia de sus empinadas calles.

El diagnóstico hecho por el equipo de gobierno propone, además, para el barrio, definir los usos de la Casa de l’Aigua -otra de las asignaturas pendientes- "con una visión de ciudad, pero vinculada al territorio a la economía social”. Ramon Casas, presidente de la asociación de vecinos, pide que el emblemático edificio se use para actividades juveniles y se abra a las entidades. "Durante muchos años todo han sido promesas, promesas, promesas... Hasta que veamos las máquinas entrando en el barrio no nos creeremos nada", remata Casas.

Otro de los planes para el lugar propuestos por Colau que el vecindario refrenda es un proyecto educativo que pretende convertir en “vinculado al futuro polo educativo alrededor de la escuela Sant Jordi”.