Orden de búsqueda internacional

Una redada en un prostíbulo permite detener en BCN a un narco fugado de Rumanía

El arrestado había usurpado la identidad de un compatriota muerto

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Una redada policial rutinaria en un prostíbulo de Barcelona ha permitido identificar y detener a un narco que se fugó de Rumanía tras ser condenado a ocho años de cárcel en el 2010 y que ahora vivía de incógnito en la capital catalana, usurpando la identidad de un compatriota fallecido.

Según han informado este martes la Policía Nacional y la Guardia Urbana de Barcelona, el detenido, que ha sido identificado plenamente gracias a las huellas dactilares, permanece en prisión por orden de la Audiencia Nacional, a la espera de su extradición a Rumanía.

El hombre se había fugado de Rumanía tras ser condenado en su país en el 2010 a ocho años de prisión por tráfico de heroína, por lo que pesaba sobre él una orden europea de detención y entrega.

La detención de este narcotraficante se produjo tras un control ordinario en un prostíbulo del centro de Barcelona, en el que se arrestó a tres responsables del local, todos ellos de nacionalidad española, por delitos relativos a la prostitución y contra el derecho de los trabajadores.

Según han informado a Efe fuentes cercanas al caso, la redada se produjo el pasado mes de marzo en el club de alterne New Ballis, situado en el céntrico paseo de Gràcia de Barcelona, donde también se identificó a una veintena de chicas de origen rumano, que supuestamente eran explotadas sexualmente.

La documentación intervenida en la redada llevó a la Policía Nacional y a la Guardia Urbana hasta un hombre de origen rumano, del que sospechaban que estaba vinculado con la trama de proxenetas.

Los agentes sospecharon de este individuo, al comprobar que ya había sido detenido en el 2012 por la Policía Nacional cuando pretendía obtener un certificado de residente ciudadano de la Unión Europea, usando para ello un documento de identidad rumano falsificado.

Los investigadores le localizaron y le detuvieron en su piso de Barcelona el pasado 31 de marzo, momento en el que el hombre les mostró a los policías una carta de identidad rumana falsificada a nombre de un compatriota fallecido, con quien guardaba un gran parecido físico.