LOS ESPECTÁCULOS DE LA FIESTA

Tributo a Serrat en el fin de fiesta

Más de 105.000 personas asistieron al piromusical que puso el broche a la Mercè

Tres momentos del Piromusical, que reunió anoche a más de 100.000 personas en las fuentes de Montjuïc.

Tres momentos del Piromusical, que reunió anoche a más de 100.000 personas en las fuentes de Montjuïc.

SERGI DELGADO / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Tres elementos juntos y perfectamente coordinados lograron anoche poner un brillante y existoso punto y final a las fiestas de la Mercè. Fuegos, luces y música fueron los protagonistas de uno de los momentos más espectaculares y esperados de las fiestas. Todo sin olvidar el ingrediente principal: la gente. Una multitud de personas que se congregaron en la avenida de María Cristina para disfrutar de la mezcla de melodías populares con alta carga emotiva. Sintonías acompañadas de los fuegos de artificio y las coreografías de agua de la Font Màgica de Montjuïc.

El espectáculo logró mantener un elemento sorpresa hasta los momentos finales. La identidad de «uno de los cantantes catalanes más queridos», tal y como se anunciaba, fue una de las incógnitas que se desvelaron durante la actuación. Cuando pasada la mitad del show, del potente equipo de sonido brotaron los compases de Paraules d'amor, la multitud  encendió las bengalas distribuidas por la organización y rindió un sentido tributo a Joan Manuel Serrat.

El piromusical del 2015 no ha festejado ninguna referencia histórica de significación nacionalista, contra lo que venía ocurriendo en ediciones anteriores. Solo con los más de 30 minutos de espectaculares fuegos (preparados por la Pirotecnia Igual), que llenaron el cielo de Barcelona, se consiguió hacer las delicias de los asistentes. 1.200 kilos de pólvora, preparados y sincronizados durante dos meses, que iluminaron la ciudad durante media hora.

La nota musical de la velada fue a cargo de la banda orquestada por Jordi Bonet y Marçal Cruz, que crearon para la ocasión una composición musical de tres partes. Armonías que sonaban a ritmo de canciones del tradicional pop-rock catalán, seguidas de rumbas (tanto de Peret como de Gato Pérez) y sinfonías más clásicas.

El espectáculo congregó a casi 106.000 personas, según informó el ayuntamiento, una cifra similar a la del año pasado. El montaje fue brillante, aunque registró algún problema de visión en alguna zona del público, como es habitual. La noche acabó sin incidencias y con la consabida aglomeración en el metro en la plaza de Espanya.