CUMPLIMIENTO DE UNA PROMESA ELECTORAL

Trias quiere acabar el mandato con la nueva perrera en marcha

El ayuntamiento busca una ubicación de consenso tras descartar Montjuïc

H. L.
BARCELONA

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Según anunció ayer el concejal de Medio Ambiente, Joan Puigdollers, el nuevo Ayuntamiento de Barcelona quiere acabar el mandato con la nueva perrera «en funcionamiento» y «dentro del término municipal». Esos fueron todos los detalles que quiso -o pudo- dar el concejal tras la publicación el pasado jueves en el BOE del anuncio que certificaba que el nuevo gobierno paralizaba el proyecto de construir el nuevo parque de acogida de animales en la montaña de Montjuïc, tal y como prometió antes de ganar las elecciones.

El calendario dependerá, según apuntó Puigdollers, de si la nueva ubicación elegida, sobre la que no dio ninguna pista, requiere o no una reforma urbanística. Si resulta que la precisa, se alargará algo más, como es lógico. Lo único que el edil se aventura a decir es que la nueva ubicación busca tener un consenso «tanto ciudadano como político».

Con esta nuevo enclave todavía indeterminado -suena con fuerza aunque de forma extraoficial la Zona Franca- será la tercera vez que el ayuntamiento de la ciudad intenta encontrar el acuerdo para construir este tan polémico como necesario equipamiento, que tiene que ayudar a descongestionar el actual centre de animales de compañía, en Collserola, ahora saturado.

En un primer momento, el futuro refugio estaba previsto en el parque de la Oreneta de Sarrià, algo que se descartó por la fuerte presión primero vecinal y después política. La segunda opción -ya aprobada por el anterior gobierno, tras una larguísima negociación-, era la montaña de Montjuïc, en los terrenos entre el Jardín Botánico y el cementerio: fue una alternativa mal vista por las entidades de la zona, que consideran que ese pulmón verde está ya saturado de equipamientos.