MEJORA DE LOS ACCESOS AL AEROPUERTO

El tren del centro a la T-1 funcionará en el 2018

Numerosos viajeros transitan por las instalaciones de la T-1 del aeropuerto de El Prat, en julio del 2013.

Numerosos viajeros transitan por las instalaciones de la T-1 del aeropuerto de El Prat, en julio del 2013.

CRISTINA BUESA
EL PRAT DE LLOBREGAT

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Hace 15 meses, en una de esas operaciones posibilistas en las que el conseller Santi Vila se siente tan cómodo, la Conselleria de Territori i Sostenibilitat presentó una propuesta al Ministerio de Fomento para que, de una vez por todas, el tren alcanzara la T-1 del aeropuerto. Habían pasado tres años desde que se desestimara la construcción de una lanzadera hasta la terminal, a pesar de que los trabajos estaban adjudicados y todo. Pero las vacas flacas habían aparcado la obra, presupuestada en más de 300 millones de euros.

La solución de la Generalitat consistía en dar entrada al capital privado. Concesionando tanto los trabajos como la gestión posterior del tren, se podía ganar tiempo y no tener que esperar hasta que las arcas públicas se recuperaran. Más de un año después de picar a la puerta de Fomento y después de entrevistarse en febrero con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para convencerle, ahora el Gobierno central ha considerado la idea. La ministra de Fomento, Ana Pastor, encajó ayer que «los números salen» y que ve «viable» que una lanzadera conecte el centro de Barcelona con la terminal más concurrida del aeropuerto, donde ahora menos del 15% de sus usuarios usan el transporte ferroviario.

ESTRENO DE LA ZONA COMERCIAL / La única fórmula para hacerlo ahora es con un Rodalies hasta la T-2 y, desde allí, coger un bus. Esta incomodidad arrastra a la gran mayoría de pasajeros del aeropuerto a usar el transporte privado. Pastor, que se encontraba ayer en la T-2 estrenando la nueva zona comercial, explicó que el 3 de octubre Territori les entregará un último informe, pero que la decisión está tomada y que «lo antes posible» se licitará la construcción de la infraestructura ferroviaria.

El motivo de discrepancia en estos meses era que el Gobierno de Mariano Rajoy prefería que una parte de los 217 millones de euros que la Generalitat había calculado procedieran del presupuesto y que el resto lo asumiera una empresa concesionaria. En Territori, sin embargo, optaban porque el importe se asumiera de forma íntegra por el privado. La ejecución de los trabajos duraría tres años, con lo que el nuevo transporte podría funcionar en el 2018.

SIN COSTE PARA LOS TRABAJADORES / La propuesta ahora aceptada por Fomento no incluye la construcción de una estación en la T-2, ya que supuestamente la conexión entre las dos terminales quedaría cubierta por la L-9 del metro, cuyos trabajos se han reactivado recientemente y estaría lista en el 2017.

«Mejorar la accesibilidad entre el aeropuerto y el centro de Barcelona es algo clave y muy necesario», opinó ayer Pastor, que no dio detalles sobre el trazado que se seguirá pero que fuentes de la Generalitat revelaron que será el mismo que aparecía en la propuesta inicial de junio del año pasado. «Se hará por donde no se requieran trámites burocráticos adicionales», zanjó la ministra.

La lanzadera entre Sants y la T-1, que hará el viaje en 19 minutos, tendrá un coste máximo por billete de seis euros pero los usuarios habituales del área metropolitana que tienen título de transporte solo pagarán un recargo de dos o tres euros. Los trabajadores del aeropuerto no tendrán ningún coste adicional.