La ruta de la seda en Barcelona

La exposición 'Les arts de la seda a Barcelona. 500 anys de corporacions sederes a la ciutat' repasa la historia de este sector

Explicación gráfica del cómo se trabajaba la seda.

Explicación gráfica del cómo se trabajaba la seda. / periodico

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El Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona acoge, hasta el 30 de abril de 2016, la exposición ‘Les arts de la seda a Barcelona. 500 anys de corporacions sederes a la ciutat’ que repasa la historia de este sector en la ciudad.

Se trata de una selección del fondo documental que el Col·legi de l'Art Major de la Seda de Barcelona (CAMS)  cedió al consistorio en 2012, y que contiene documentos que incluyen 500 años de historia de varios gremios.

Mediante una cuarentena de documentos, la exposición, comisariada por Víctor Mata, ofrece una visión general del origen y la evolución de las organizaciones sederas, las formas de organización corporativa, las funciones que han desarrollado y sus recursos.

LA HISTORIA DE LA SEDA

La seda, producto suntuoso por excelencia, se conoce en Catalunya desde la alta edad media. Los contactos comerciales entre mercaderes catalanes y andalusíes del siglo X son las primeras evidencias conocidas de la dedicación profesional en torno a la seda.

Una disposición real de Pedro el Grande, el último tercio del siglo XIII, regula por primera vez la actividad sedera en Barcelona. En aquel tiempo, la mayoría de los artesanos sederos formaban parte de la comunidad judía barcelonesa, por lo que no se organizan como corporación de oficio ni participan en las instituciones de gobierno municipal.

El auge de la sedería del siglo XIV empuja al Consejo de Ciento de Barcelona autorizar unas ordenanzas para regular la compraventa de seda. La expulsión de los judíos de Barcelona en 1391 es un punto de inflexión en el mundo sedero de la ciudad, ya que desaparece el principal colectivo humano que lo representa.

A mediados del siglo XV la sedería vive un resurgimiento a partir de la formación de pequeñas fábricas y compañías dedicadas a la producción y comercio de productos manufacturados, lo que afianza las bases del proceso de creación institucional de las siete corporaciones de oficio sederas de Barcelona que se inicia a finales del siglo XV y se alarga hasta a comienzos del siglo XVII.

La mayoría de estos gremios desaparecen raíz de un proceso que comienza en 1834 y se resuelve con el decreto de 20 de diciembre de 1836 que pone fin a las organizaciones gremiales de España.

Sobreviven sólo como organizaciones de defensa de intereses colectivos o como mutualidades laborales. Es el caso del Col·legi de l'Art Major de la Seda de Barcelona (CAMS) que nace en abril de 1834, a partir de la fusión de los gremios de veleros y terciopeleros.