Un problema vinculado al turismo masivo

El botellón no afecta a la ciudad de Girona. La concejala de Seguridad, Mariàngels Freixenet, recuerda que la vigente ordenanza cívica ni siquiera prohíbe el consumo de alcohol en la vía pública. Los únicos incidentes acostumbran a producirse durante las fiestas patronales de Sant Narcís. Sí conocen el problema en las localidades turísticas de la Costa Brava, especialmente en Lloret y Blanes, donde en verano cientos de jóvenes se reúnen en la playa para beber. Aunque en ambas poblaciones las ordenanzas municipales prohíben el consumo de alcohol en la vía pública, la gran afluencia de turistas hace casi imposible evitar estatradición.

En Tarragona, desde que a principios de la pasada década el botellón se concentró en las calles del casco antiguo de la Part Alta, los problemas derivados de esta actividad no han sido especialmente importantes. Las ordenanzas y la presión de los agentes de la Guardia Urbana han hecho el resto. Puntos de Reus y playas de Salou y de la misma capital, también suelen ser escenario de minibotellones juveniles. F. COSCULLUELA / R. MORALES