Porto Alegre 'made in BCN'

Dice un chiste malvado que Brasil es un país con un futuro esplendoroso... que nunca llega. Hace tiempo que ya no circula porque, en el panorama mundial, entre los pocos que se salvan de la hoguera de la crisis está, precisamente, Brasil. Y en parte, más allá de su demografía y recursos naturales, gracias a dos acontecimientos deportivos que, como en el 82 y el 92 en España, están resultando ser una potente fuerza motriz: el Mundial de fútbol del 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro en el 2016. Y en ese frenesí constructor que embarga al país, y que no solo afecta a las infraestructuras indispensables para organizar los acontecimientos deportivos sino que también comporta una profunda remodelación urbanística de no pocas ciudades, la llamadamarca Barcelonase ha hecho un hueco relevante. Si el pasado 23 de julio este diario publicaba que el despacho de Luis Alonso iba a construir parte de la villa olímpica de Río (unos 40 edificios para árbitros y prensa), otro arquitecto barcelonés (nacido en Madrid), Fermín Vázquez, será el encargado de recuperar el frente lacustre de la ciudad de Porto Alegre, de 1,4 millones de habitantes.

Estos días se celebra en la patria chica de Ronaldinho el congreso de Metropolis sobre innovación urbana. Entre los presentes se halla el alcalde Trias, por aquello de representar lamarca Barcelonay la creación barcelonesa. El trabajo del despacho barcelonés se centra, justamente, en lo que determina la creación de la marca e, incluso, hacia donde se está enfocando ahora la ciudad catalana, es decir, la recuperación del frente litoral. Entre Montjuic y el Besòs, en los 80 y 90, y entre la montaña mágica y el aeropuerto, según el nuevo modelo de ciudad de CiU.

Un muro ante el agua

En el caso de Porto Alegre, de Vázquez y de su estudio b720, sin embargo, no se trata del mar, sino del Guaiba, un lago. El área de intervención es una estrecha franja de 2,5 kilómetros de extensión. Y es que, a resultas de unas inundaciones registradas en 1941, se construyó un muro de tres metros de altura que aisló la ciudad del agua. Vencer ese muro e integrar la antigua zona portuaria en la ciudad es el gran reto de los arquitectos barceloneses.

Uno de los grandes atractivos de la reforma será la gran zona, de más de un kilómetro, de antiguos tinglados portuarios (de 1920), convenientemente restaurados y eliminados los feos añadidos adosados. Los edificios, con sus características cubiertas inclinadas, albergarán espacios comerciales, administrativos y de equipamiento. El exterior se acercará al lago mediante un nuevo diseño del borde: se levantarán plataformas flotantes donde se celebrarán acontecimientos al aire libre.

Para el extremo norte, llamado lasdocas(dársenas en castellano), Vázquez ha previsto convertir un amasijo de espacios en desuso en un área de ocio y negocios. Destacan los tres edificios triangulares de gran altura que se convertirán en el icono del Porto Alegre del siglo XXI. Al extremo sur de los tinglados, b720 tratará de integrar un exitoso centro cultural instalado en una antigua central eléctrica, llamado el Gasómetro, en el ámbito lacustre. Para ello se proyectará cerca de él un centro comercial totalmente integrado, o escondido, mediante una cubierta ajardinada. Esta cubierta enlazará con un parque que forzará a soterrar una importante vía de la ciudad.