Pin: "Implicaremos a los turistas en la denuncia de pisos ilegales"

-¿Cómo prevé el verano en la combativa Barceloneta, tras las protestas vecinales del año pasado? 

-Estoy segura de que volveremos a tener problemas con los apartamentos turísticos, pero eso no quiere decir que no podamos hacer cosas. Seguiremos con el plan de inspecciones. Y tenemos dos iniciativas para abordar el problema, un problema que no solo se da en la Barceloneta, sino también en el Gòtic y en el Casc Antic. Por un lado, vamos a ponernos a fondo a trabajar con las plataformas digitales. El anterior gobierno hizo barridas a nivel territorial, pero hay que hacer un buceado exhaustivo a nivel on line, donde se puede ir mucho más allá invirtiendo recursos tecnológicos. También se ha descuidado el hecho de que el turista, cuando viene a Barcelona, no quiere cometer ilegalidades. Vamos a iniciar una campaña de comunicación orientada a los turistas para implicarles en la solución del problema. Que conozcan el fenómeno, se informen de si están en un alojamiento turístico legal o no, y de qué manera pueden notificarlo al distrito para que este actúe.

-¿Cómo difundirán esa información entre los turistas?-A través de las oficinas de turismo.

-Hablaban también durante la campaña de la posibilidad de reconvertir los pisos ilegales en pisos sociales.-Esa es otra de las líneas de trabajo que iniciaremos este mismo verano. Queremos instar a los propietarios que tienen pisos turísticos ilegales a que los pasen al mercado de alquiler para que la vivienda cumpla con su función social. Y, con los pisos expedientados, planteamos rebajarles la sanción, que puede alcanzar los 90.000 euros, a cambio de conmutar el resto por un alquiler social para una familia vulnerable del territorio. Estamos empezando a redactar un protocolo vía servicios jurídicos, a ver qué opciones hay, y tenemos que ponernos de acuerdo con los servicios sociales para seleccionar a las familias necesitadas para estos nuevos pisos sociales de uso temporal (el piso será social hasta que el propietario termine de pagar la multa).

-Una de sus principales batallas como activista fue el Port Vell. ¿Cómo afronta la cuestión ahora que ocupa un despacho en el consistorio?

-No me resigno a los hechos consumados. Tenemos un restaurante de lujo que no estaba previsto ni en el planeamiento ni el plan especial del Port Vell y ahí está. Lo vamos a revisar y ver qué margen hay para revertir la situación: poner una sanción u obligar a un cambio de uso.

-La valla que restringe el paso al puerto era otra de sus luchas.

-Sí. Revisaremos con el puerto la presencia de la valla, tanto en el Moll d'Espanya como en el resto del Port Vell. Eso es competencia de la Autoridad Portuaria, pero por el momento los mensajes que hemos recibido de esta son de voluntad de colaboración. En el Port Vell durante años ha habido megayates y no ha hecho falta la valla. Estas actuaciones se enmarcarán dentro de un marco más amplio que replantee la relación entre el puerto y la ciudad. Retirar la valla es solo un paso para recuperar el puerto para los vecinos y toda la ciudadanía. Revisaremos también la procedencia del capital que hay detrás de la inversión del Port Vell.

-Está también pendiente el futuro de las prostitutas de la calle d'en Robador. El anterior gobierno compró las fincas en las que estas vivían y trabajaban. Trias las quería convertir en vivienda social. Estas las reivindican como espacio en el que establecer una cooperativa del sexo. ¿Cuál es su plan para el lugar?-Vemos con buenos ojos las propuestas que vienen desde el colectivo, pero como distrito no vamos a hacer actuaciones parche. La prostitución depende de la concejalía de Ciclo de Vida. Será en ese marco más amplio en el que se verá si se puede llevar a cabo ese proyecto aquí o en algún otro lugar.