48 H Open House supera los 47.000 visitantes en un solo fin de semana

En solo tres ediciones, el festival 48 H Open House ha conseguido conectar masivamente con los barceloneses. La gran cita de la ciudad con los valores patrimoniales de la arquitectura local ha batido el récord de 47.000 visitantes en las jornadas de puertas abiertas gratuitas con acceso a 150 edificios, convocadas el pasado fin de semana. La cifra casi duplica a la del 2010 con 25.000 participantes y supera con creces a las 35.000 personas contabilizadas el año pasado.

El Círculo Ecuestre, club privado ubicado en la Casa Pérez Samanillo de la Diagonal en su cruce con Balmes, vuelve a ser el lugar más solicitado, registrando 1.752 visitas solo en el domingo. Es el único día en todo el año en el que pueden entrar personas que no son socias sin la compañía de algún miembro de la sociedad y, en caso de los hombres, sin tener que llevar corbata.

El segundo lugar del ránking lo ocupa la Antiga Fàbrica de Estrella Damm (Eixample), que contabilizó 1.666 visitas. Le siguen el Palau Moja (Ciutat Vella), proyectado en 1774 por Josep Mas d'Ordal, autor de la iglesia de la Mercè, de Sant Vicenç de Sarrià, y del palacio episcopal. En dos días sumó 1.490 visitas.

Otros lugares que suscitaron gran interés fueron el Palau Macaya y la Casa Sayrach, en el Eixample; el Pavelló de la República, en Horta-Guinardó; el lujoso Palauet de la Casa Bonaventura Ferrer, en Gràcia; la Casa Bloc, en Sant Andreu; el Hotel Rey Juan Carlos I, en Les Corts; el santuario de Santa Eulàlia de Vilapicina, en Nou Barris; el edificio Media-Tic ,en Sant Martí, y el cabaret El Molino en Sants-Montjuïc.

Janice Moret, arquitecta y promotora del 48 H Open House, define la experiencia como un fin de semana en el que los visitantes han compartido «tiempo, civismo, experiencias, ojos, mentes y puertas abiertas».

ESPERAS // La entrega y el buen humor se impuso ante las colas, que en muchos casos superaban la hora de espera, a pesar de que la organización informaba del tiempo de espera por Twitter. Padres con hijos, jubilados, adolescentes y profesionales interesados configuraron un espectro de visitantes muy variopinto a los que les unía la curiosidad de entrar en lugares de difícil acceso, como el mundo subterráneo con paneles de mandos, focos de luz y cañerías fabricadas en 1929 que se esconde debajo de la Font Màgica de Montjuïc.

La participación de los arquitectos llenó de contenido las visitas, según Gemma Solanellas, también arquitecta y promotora del festival. «La presencia de Jaume Bach en la escuela Josep Maria Jujol, de Xavier Subias en Montbau y de Claudi Carmona en el edificio Autopistas de ACESA, son buenos ejemplos», agrega.