Objetivo: playas vivas

El Área Metropolitana de Barcelona es el ente encargado del mantenimiento de las 41 playas del territorio, que registran 10 millones de usuarios al año y ocupan una superficie de arena de 2,5 millones de m². Las playas son un ecosistema vivo y dinámico que, bajo las condiciones adecuadas, es capaz de autorregularse y soportar las inclemencias del tiempo.

El litoral metropolitano tiene una longitud de 42 km, de los cuales 30 km son playas. No obstante, desde hace unos años, el ecosistema costero ha ido perdiendo sus defensas naturales. Las causas principales son la huella humana, debido a la presión urbanística y a la gran actividad socioeconómica que se genera en estas zonas; y los efectos del cambio climático, que podrían llegar a ser devastadores para el territorio.

«Se calcula que en el 2100, el nivel del mar habrá subido entre 60 y 100 cm», explica Mariano de Gracia, el jefe de la sección de Playas del AMB. «Eso significa que las playas metropolitanas podrían verse reducidas a la mitad», añade. Asimismo, el cambio climático también podría provocar temporales marítimos más frecuentes y violentos durante el invierno. Como ya ha sucedido este año en las playas del territorio. «Por este motivo, el AMB centra sus esfuerzos en preservar y recuperar los paisajes dunares», afirma el gerente del Área Metropolitana, Ramon Torra.

Dunas artificiales

El proyecto metropolitano 'Dunas Híbridas' se ha centrado en la recuperación del paisaje dunar característico de las playas de Castelldefels, Gavà y Viladecans porque «a diferencia de la zona del Maresme, las playas del sur tienen más anchura y un tipo de grano de arena que las hace más adecuadas para aplicar estas medidas», aclara Mariano de Gracia. El proyecto, que finalizó la pasada semana, consiste en preservar y fomentar la creación de sistemas dunares como defensa natural contra la pérdida de arena que causan los temporales y el cambio climático.

Para crear una duna artificial se aprovecha la arena que invade las entradas y las salidas de las playas, y que ha sido desplazada por los efectos de una tempestad. «Cogemos el sobrante de arena, con una maquinaria generamos una duna artificial y la plantamos - explica el jefe de la sección de Playas - La duna arraiga en la flora autóctona y se queda bien sujeta». Posteriormente, los vientos dominantes de la zona se encargan de darle la forma adecuada y de hacerla crecer.

«Parte de nuestro trabajo también consiste en arrancar la vegetación invasora que impide que las dunas arraigan», describe Ramon Torra. En este sentido, el AMB ha completado la retirada de más de 25 toneladas de especies invasoras. «Las plantas beneficiosas para las dunas son aquellas que tienen unas raíces muy profundas, que ayudan a fijar la arena de las playas - matiza Mariano de Gracia - especies como la Ammophila arenaria, conocida como barrón».

Otras medidas

Este año, a la habitual puesta a punto de las playas metropolitanas se le ha añadido la complejidad de los temporales marítimos que arrasaron con el litoral catalán durante el invierno. Las tareas, finalizadas en abril, han consistido en la limpieza, labrado y cribado de la arena así como la sustitución del mobiliario que ha quedado destruido.

El labrado se realiza con unos tractores que remueven y voltean la arena para facilitar que se airee y que penetre el sol para potenciar al máximo su acción desinfectante; también se retiran restos de materiales enterrados durante el invierno, logrando así un grado óptimo de salubridad. Posteriormente, los tractores realizan el cribado para regularizar la arena y dejarla a punto.

También ha sido necesario sustituir el mobiliario dañado, como los 500 metros de pasarelas, duchas y demás infraestructuras que han costado 200.000€. «Desde el AMB vamos adaptándonos a los cambios provocados por los temporales - matiza Torra - hemos desplazado servicios como las duchas, pasarelas y papeleras, colocándolas lo más lejos posible para que no se las coma el mar».

Reunión de expertos

Los próximos 29 y 30 de junio, el AMB organizará el congreso LitoMet, unas jornadas de reflexión para una gestión pública coordinada de la preservación del litoral metropolitano, en el que participarán expertos, científicos, políticos y técnicos implicados en la protección de este espacio. Los objetivos consistirán en reflexionar sobre el cambio climático y sus efectos en el territorio; debatir sobre el marco competencial y los actores que intervienen: Ministerio, Generalitat, ayuntamientos y AMB; y, presentar las actuaciones que se ya se están llevando a cabo. El resumen de estas conclusiones se integrará en la introducción de la Declaración sobre el Litoral y las playas metropolitanas.

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