un sector en expansión

El 'Oasis' consolida BCN como capital europea de cruceros

PATRICIA CASTÁN / BARCELONA

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La mayor ciudad flotante jamás construida, con hasta 8.500 personas a bordo, atracará mañana por primera vez en el muelle Adossat, consolidando a Barcelona como capital europea de los cruceros y gran referente mundial del sector, solo superada por tres puertos de la ruta caribeña, donde este tipo de viaje lleva décadas en expansión. La capital catalana lleva años preparándose para lo que viene a ser su coronación oficial. Cuando el Oasis of the Seas (220.000 toneladas) estaba en construcción, hace seis años, el puerto local ya movía ficha para dotarse de unas infraestructuras que permitiesen algún día traer a Europa al rey de los cruceros. Con esta misión cumplida, la decisión de Royal Caribbean de traer a su hijo pródigo a Europa convirtió a Barcelona en el único candidato idóneo para ejercer de puerto base, es decir, donde iniciará sus periplos esta inmensa nave. Lo hará en tres ocasiones este mes, antes de someterse a tareas de mantenimiento y mejora en Holanda, y lo convertirá en ritual a partir del próximo verano, cuando la naviera destinará un buque gemelo, el Allure of the Seas al Adossat, con salidas semanales por el Mediterráneo.

La llegada del Oasis -coincidiendo con el fin de semana récord en cruceros del 2014- será un primer examen para la ciudad, acostumbrada a bregar semanalmente con la operativa de superbarcos como el Liberty of the Seas (de 160.000 toneladas) y el Epic (155.000). Pero la magnitud del recién llegado obligará a utilizar conjuntamente dos terminales, la A y la B, unidas por una pasarela de 500 metros. Carles Domingo, director general de Creuers del Port de Barcelona, concesionario de la mayoría de terminales del puerto, afronta el reto con total tranquilidad: «El puerto ha hecho los deberes y está preparado para gestionar la operación sin problemas». En cuanto a volumen de maletas y movimiento de pasajeros, el experto lo compara a asumir la operativa simultánea de dos barcos de más de 3.000 viajeros, algo común en la capital catalana. La única prevención ha sido hacer que la llegada del Oasis Oasisno coincidiera con otros barcos grandes, para centrar la operativa de las dos grandes terminales.

TODO A PUNTO / Cientos de taxis, buses de conexión y autocares para excursiones estarán a punto a primera hora para asumir el gran desembarco. Cabe destacar, indican fuentes de la naviera, que llegará al completo procedente de pasaje en su mayoría norteamericano. Una parte de este se apeará para disfrutar de unos días de Barcelona, mientras que otros seguirán ruta por el Mediterráneo y desembarcarán el próximo 18. Esta mañana embarcarán también muchos europeos (y no pocos catalanes) para participar en ese primer minicrucero de cinco noches con escalas en Civitavecchia (Roma) y Nápoles. La siguiente ruta será idéntica, mientras que la tercera y última será de una semana y concluirá en Rotterdam. Tras la puesta a punto, el crucero zarpará de regreso al Caribe el 14 de octubre, haciendo escala en Vigo, entre otros.

Su paso por la capital catalana supone un trasiego de entre 11.000 y unos 12.000 pasajeros en cada ocasión (entre los que embarcan y desembarcan) a los que hay que sumar unos 2.200 tripulantes. Según las últimas estimaciones de Turismo de Barcelona, avanzadas por este diario el pasado agosto, cada viajero que acaba o inicia ruta en la ciudad gasta ahora una media de 121 euros, mientras que los que hacen escala de unas horas dejan 62, y los tripulantes con unas horas libres, 21. El año que viene, la llegada del Allure of the Seas para hacer temporada con 25 salidas desde el puerto barcelonés supondrá mover unos 158.000 viajeros de todo el mundo, con un impacto económico que podría rondar los 20 millones de euros.

Un día potente puede implicar la manipulación de unas 50.000 maletas en las terminales locales, de modo que esta operativa no se prevé complicada. Y es que aunque el fin de semana marcará el récord anual de cruceristas -con unos 58.000 entre ayer y mañana-, durante la jornada de hoy solo coincidirá con dos barcos de lujo y dimensiones reducidas, que además atracarán el el muelle Barcelona. La principal novedad estriba en el desembarco simultáneo de entre 5.400 personas (cuando el buque va en capacidad doble) y 6.296 (a plena capacidad, cuando viajan niños en camas suplementarias).

En volumen global, la jornada será mucho más intensa mañana, al coincidir seis buques grandes o medianos, con casi 30.000 cruceristas. Ese día, los comercios estarán abiertos dentro del calendario especial marcado por el ayuntamiento.