Un museo para los moteros

Los moteros de Barcelona ya tienen su museo. Desde hace solo unos días, la ciudad con más motos por habitante de Europa dispone de un espacio dedicado exclusivamente al mundo de las dos ruedas.

Impulsado por la Fundación Mario Soler -que en el 2002 abrió el museo de la moto de Bassella-, este Museu de la Moto barcelonés nace con el objetivo de difundir la cultura motera en todos sus aspectos. Ubicado en pleno Barri Gòtic, el nuevo espacio ocupa los bajos del antiguo Convent de Sant Felip Neri, que se han rehabilitado conservando todos sus elementos arquitectónicos originales.

En sus 600 metros cuadrados, el local exhibe una colección permanente de 200 piezas, entre las que destacan las motocicletas pioneras y las de la posguerra. Además, a fin de ofrecer una retrospectiva de este sector automovilístico desde todos los puntos de vista, el nuevo local acogerá diferentes exposiciones temáticas. La muestra temporal que estrena el espacio, y que se puede ver hasta mayo del 2012, está dedicada a la historia de la moto en Catalunya. A través de la exhibición de 70 ejemplares de motocicletas construidas en nuestro territorio desde principios del siglo XX hasta la actualidad, la exposiciónLa moto catalana (1905-2010), història d'una indústria capdavanterarinde homenaje a toda nuestra industria motera, desde las grandes marcas (Montesa, Bultaco, OSSA y Derbi) a ese centenar y medio de fábricas de motos que en un momento u otro ocuparon la geografía local. También muestra motos emblemáticas, como la que proclamó campeón del mundo por primera vez a Àlex Crivillé.

Asimismo, las instalaciones del museo están preparadas para acoger conferencias, coloquios, presentaciones y actividades vinculadas con el motor. También disponen de una tienda con productos relacionados con el mundo de las dos ruedas y una selección de libros y manuales para coleccionistas y aficionados al arte de restaurar motos antiguas.