Memoria visual del Raval

«La foto del avión en la Rambla la llevábamos persiguiendo desde hacía tres años»,explica Maite Roca, miembro de la asociación de vecinos de la calle de la Cera, entidad organizadora de la exposiciónMemoria fotográfica del Raval,muestra que recoge las imágenes más desconocidas del más famoso barrio de Ciutat Vella, que recuerda cómo era y cómo se vivía en el corazón de Barcelona durante el cambiante siglo pasado.«La idea fue de Maria Casas, una compañera de la asociación hija del barrio, quien pensó que con el PERI [plan especial de reforma interior] y con el resto de cambios urbanísticos, se estaban perdiendo muchas cosas de la historia del barrio que valdría la pena no olvidar»,explica Roca, quien, junto a Casas y otras dos compañeras, está ultimando los preparativos para una nueva exposición con la misma temática, que se estrenará el 17 julio en la rambla del Raval dentro de la programación de la fiesta mayor del barrio.

La tan perseguida imagen de la que habla Roca -una de las joyas de la presente exposición, que puede verse hasta el próximo viernes en el Espai Erasme Janer- fue tomada el 29 de septiembre del año 1934 y muestra un avión militar caído en la Rambla de Santa Mònica, con Colón al fondo como testigo. Era sábado a primera hora de la tarde, cinco aparatos participaban en el entierro del teniente de aviación Eduardo Dalias y, según la prensa de la época, un avión Brezeguet número 12-97 sufrió una avería. Intentó aterrizar en unos terrenos deshabitados del puerto, pero acabó cayendo en plena calle y causando graves heridas a los dos tripulantes, un subteniente y un mecánico de la base de El Prat.

Comunión y chocolatada

«La foto nos la ha cedido Josep Maria Nebot, dueño de dos bares en Unió y Sant Pau, dos calles con mucha historia en el barrio»,prosigue Roca, quien insiste en que la colaboración de los vecinos y entidades ha sido clave para recopilar todo el material, que va desde una fotografía de una multitudinaria primera comunión de alumnas del grupo escolar Milà i Fontanals en la iglesia de Betlem en el año 1956 hasta una imagen de los leones de Colón nevados en 1948 o una chocolatada popular celebrada en la calle de la Cera en 1955.

«Queremos recuperar la memoria histórica del Raval en un tiempo en el que todo lo relacionado con el pasado parece que ha perdido valor y que tiende a olvidarse»,analiza Roca, enérgica comisaria, quien insiste en la importancia de la colaboración de las personas mayores del barrio, sobre todo en el momento de identificar muchas de las fotografías antiguas.«La imagen del cartel de la muestra, por ejemplo, nos llegó sin identificar. Podía ser cualquier calle, pero gracias al letrero de baños que aparece en la fotografía, hablando con las personas del casal de la calle (de la Cera), nos explicaron en qué sitios del barrio había baños públicos, y así pudimos llegar a la conclusión de que se trata de Joaquín Costa",cuenta.

La mirada de Miserachs

La muestra del Espai Erasme Janer recoge también varias fotografías de la serieLa Barcelona dels 60,de Xavier Miserachs, que reúne aplaudidas instantáneas, comoCaixes, obra en la que se ve a un mozo del entonces activo mercado del Born intentando mover un carro cargadísimo de cajas, u otra, tomada en la estación de França en 1962, donde se distingue a tres inmigrantes del sur recién llegados a la ciudad.

Personas anónimas, diálogos indescifrables, vestuarios irreproducibles..., la exposición acerca retazos de la historia reciente del barrio más emblemático de Barcelona y permite conocer, sin más ayuda que la imagen carente de contexto, cómo eran estas calles de Ciutat Vella cuando el adoquinado era el suelo por pisar, el mercado era una mesa en plena calle y el tranvía era el transporte del pueblo. Algo similar está haciendo el distrito de Sarrià, donde también se prepara una exposición con fotos que facilitan los vecinos. Al fin y al cabo, la transmisión oral siempre acaba deformando el pasado, mientras que la foto, gastada y gris, permite imaginarlo y evocarlo sin abrir la boca.