Macroconcentraciones de unas 6.000 personas

Los botellones han brotado por toda Andalucía con los primeros rayos de sol y con la excusa del fin de los exámenes. Las primeras macroconcentraciones, de unas 6.000 personas frente a los 25.000 de otros años, se han celebrado ya en Granada y Sevilla y desbordaron a los servicios públicos. La de la capital hispalense incluso se saldó con un apuñalamiento mortal cuyos autores aún no han sido localizados.

En el 2006 entró en vigor la denominada ley antibotellón, que prohibía beber en la calle, salvo en espaciosad hoc alejados de zonas residenciales, los botellódromos, cuya seguridad y acotación depende de los ayuntamientos.

El problema, reconoce la Junta de Andalucía, radica en que no se pueden garantizar los controles al no haber nadie que solicite los permisos para concentrarse, ya que los jóvenes se convocan por redes sociales. En la práctica, la policía local se limita a cortar el tráfico en los accesos para impedir accidentes y escoltar a los servicios sanitarios entre la multitud ebria cuando tienen que realizar alguna asistencia. JULIA CAMACHO