Los recortes fuerzan a un colegio a añadir un piso a los barracones

El colegio Fluvià, en Diagonal Mar, comparte con el Mediterrània, en la Barceloneta, el pesado mérito de ser el centro más longevo en la ciudad en barracones. Cinco años. Pese a que la escuela de Sant Martí está corriendo mejor suerte que la de Ciutat Vella -la construcción del colegio ya ha empezado-, después de un nuevo incumplimiento en el calendario, en septiembre las obras no estarán listas, y los padres no están dispuestos a que sus hijos empiecen el curso hacinados en barracones instalados sobre los barracones ya existentes. Para impedirlo, proponen empezar el próximo curso en las flamantes instalaciones del vecino IES Pere IV, también público. Y es que, a diferencia del suyo, este centro ya está terminado y empezará el curso medio vacío, ya que al ser de nueva creación solo tendrá un curso.

En la última reunión mantenida entre el ampa del Fluvià y el Consorcio de Educación de Barcelona se informó oficialmente a los padres de que lo que estos temían desde hacía tiempo: que la escuela no estaría acabada en septiembre. Les presentaron también la polémica solución: levantar dos barracones a doble altura. Es decir, hacerlos crecer un piso, medida a la que los padres se oponen. Es más, el pasado martes entraron en el registro un escrito en el consorcio con sus propuestas alternativas, escrito que obtuvo respuesta por parte del propio gerente de forma sorprendentemente rápida. Al día siguiente.

ALTERNATIVA / Los padres proponen que, dada la precaria situación en la que a sus ojos sus hijos empezarán el curso, lo más adecuado es iniciarlo en el IES de nueva creación Pere IV, donde solo habrá 60 alumnos. «Es la mejor opción dada la falta de seguridad en el entorno del patio actual. La obra del edificio nuevo está a menos de un metro de los barracones, y medio patio ha tenido que ser cerrado para que los niños puedan estar seguros», explica Elisabeth Barranco, presidenta del ampa. «En tiempos de austeridad, nos parece un despilfarro de recursos tener unas instalaciones prácticamente vacías, mientras se paga el alquiler de los barracones del Fluvià», prosigue.

La primera respuesta del consorcio es igual de tajante. Los nuevos barracones ya están alquilados, e incluso instalados y son «totalmente seguros», y prevén que las obras del centro terminen este noviembre

-algo que los padres dudan, dados los antecedentes- y que el traslado se pueda realizar en diciembre.