"Los hoteles son nuestros aliados para generar turismo de calidad en Barcelona"

Hace dos años, el PSC, que había gobernado tres décadas, obtuvo solo cuatro concejales en el Ayuntamiento de Barcelona. Hace un año, el grupo pactó con Barcelona en Comú y su jefe de filas, Jaume Collboni, se convirtió en segundo teniente de alcalde.

-¿Qué ha aportado el PSC a ese gobierno que no tuviera?

-Hemos hecho una contribución muy importante para hacer real el cambio que se votó en el 2015. La experiencia y el conocimiento del PSC y reforzar un gobierno que era pequeño han sido claves para desarrollar un programa con tres ejes: combatir la emergencia social fruto de la crisis; defender los derechos sociales, y dibujar el horizonte para dar oportunidades a la gente para vivir y trabajar en la ciudad.

-¿Hasta qué punto es este gobierno como uno del PSC e ICV con las mayorías invertidas?

-Hay un relato coherente en Barcelona en su etapa democrática: siempre se gobernó en coalición y con coaliciones de izquierda. Ahora se ha reeditado con cimientos distintos. Hubo un paréntesis en el anterior mandato y ha habido una crisis económica, recortes y una crisis de confianza en la política. Esto explica el cambio en las correlaciones de fuerzas. Pero gobierna esa mayoría de izquierda y centroizquierda.

{"zeta-legacy-destacado":{"strong":"\"El 95% de la militancia socialista","text":"\"El 95% de la militancia socialista\u00a0no se sinti\u00f3 aludida, lo que no significa que no se sintiera insultada\" (cuando Colau hablaba de mafia y casta)"}}-El gobierno ha limitado o vetado la creación de nuevos hoteles, ha paralizado licencias en algunas zonas. Muchos hablan de un gobierno de decrecimiento, unos como crítica y otros como elogio. ¿El PSC se siente cómodo con esta idea?

-El PSC solo quiere decrecimiento en el paro y la precariedad. Lo que queremos es un crecimiento sostenible. El turismo es muy importante pero debe gobernarse, tras una etapa de barra libre que llevó al desmadre, a la proliferación de hoteles en zonas con mucha presión y de pisos turísticos ilegales. Este gobierno ha tomado medidas para gobernar el turismo, como se hizo siempre en Barcelona.

-Pero en las décadas en las que gobernaba el PSC el crecimiento de hoteles fue significativo y se veía como algo positivo.

-Sí, y lo es. El gobierno de Hereu hizo un plan estratégico de turismo que suponía un punto de inflexión y Trias lo dejó en un cajón.

-Hace un año los hoteleros y los restauradores decían que no tenían interlocutores en el ayuntamiento y ahora dicen que hablan con usted. ¿Es usted la cara amable del colauismo ante sus detractores principales?

-No soy ni la cara amable ni no amable del colauismo. Soy el presidente del grupo del PSC y el segundo teniente de alcalde. Tengo muy claro que hay que gobernar para todos y con todos, también con el gremio de restauración y de hoteles. Sobre las terrazas, estamos dialogando. Espero tener un acuerdo político antes del verano. Ese es mi compromiso.

-¿Habrá que ajustar el PEUAT en el futuro?

-El propio PEUAT prevé modificaciones. Hay que ver si la norma ayuda o perjudica. Es una norma viva.

-¿Hay turismofobia en Barcelona?

-El 80% de los barceloneses creen que el turismo es positivo. Y el 50%, que hay que ponerle límites. No creo que haya turismofobia, hay sectores radicalizados que aprovechan el debate. Y creo que las protestas contra los hoteles son injustas, aparte de que deben ser condenadas. Si tenemos aliados para generar turismo de calidad estos son los hoteles: están controlados, pagan impuestos. Lo que genera turismofobia son los pisos turísticos ilegales, y este gobierno los ha reducido en un 6%.

-¿Qué puede hacer el ayuntamiento para frenar el alza del alquiler?

-Es el tema que más me preocupa ahora en la ciudad. Hemos multiplicado por cuatro la política de vivienda. Quizá no sea suficiente y tengamos que tomar más medidas. Necesitamos a la Generalitat y el Estado, que parece que están en otros temas que poco tienen que ver con el día a día de los ciudadanos.

-¿Cómo conviven Barcelona en Comú y el PSC en el gobierno?

-Colau y yo tuvimos claro que este gobierno debía ser un modelo cruzado, con presencia de los dos partidos en todas las áreas. El nivel de fricción se ha mantenido internamente. No hemos querido hacer ruido, que siempre es una tentación del socio pequeño. Lo vi en los tripartitos. Eso puede hacer mucho daño a un gobierno y pierde todo el mundo.

-El Barómetro que publicó EL PERIÓDICO augura un aumento de un concejal de Barcelona en Comú y del PSC, y de tres para ERC. ¿Influye la política catalana o ERC lo hace muy bien?

-Si el gobierno no lo hiciera bien, los dos socios no subiríamos. Si ERC sube es porque Convergència (el grupo Demòcrata) se hunde

-¿El PSC tiene opciones de volver a ser el socio principal?

-No de socio principal, queremos gobernar solos. Es nuestra vocación.

-¿Da por hecho que repetirá como candidato?

-Doy por hecho que llegaré al 2019 en mis funciones, pero mi partido tiene procedimientos democráticos.

-¿Optará a esos procedimientos internos para ser candidato?

-No lo tengo decidido.

-¿Se sintieron los socialistas señalados cuando Colau hablaba en campaña de casta y mafia a combatir?

-No. Ninguno de los que estábamos en la candidatura nos consideramos nada de eso. Somos de barrios medios o clase trabajadora, hemos ido a la escuela pública. Cuando se hacía ese discurso, el 95% de la militancia socialista no se sintió aludida, lo que no significa que no se sintiera insultada a veces, porque era injusto. Pero creo que no hay mejor rectificación que el acuerdo de gobierno.

-¿Barcelona en Comú, la nueva política, se ha acostumbrado a los viejos raíles al abrirse a pactos que inicialmente rechazaba?

-Es que lo de la nueva política nunca me lo he creído: creo en las nuevas políticas. Cuando entramos en el gobierno hablamos de geometría variable. Ha habido un factor inesperado y decepcionante que es ERC: ha decidido priorizar la agenda catalana a la de la ciudad: gobernar con Convergència en la Generalitat y no con la izquierda en Barcelona.

-¿Qué opina el PSC de las iniciativas de Barcelona en Comú en el frente ideológico y en relación con competencias que no posee: Franco en el Born, el cierre frustrado del CIE?

-Si el PSC fuera la fuerza mayoritaria no serían nuestras batallas prioritarias. Prefiero la de la Sagrera o la de la biblioteca provincial que batallas simbólicas, pero con estas no nos sentimos incómodos. No sería nuestra prioridad, pero las compartimos. Eso también es hacer política.

-¿Se ve yendo en tranvía por la Diagonal en el futuro? ¿Mejorará la vida de los ciudadanos?

-Sí, me veo, y los estudios dicen que será positivo. La Generalitat lo reconoce. Pero un grupo político hizo de esto una bandera que empleó contra un alcalde en concreto (Jordi Hereu) en el 2010.