Las terrazas de Enric Granados se agruparán para reducir molestias

Animado aspecto de las terrazas en la calle de Enric Granados, en el Eixample, ayer por la tarde.

Animado aspecto de las terrazas en la calle de Enric Granados, en el Eixample, ayer por la tarde.

H. L.
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Enric Granados es hoy por hoy una de las calles de moda en la ciudad para pasear por su privilegiada situación prácticamente peatonal. Y, ya puestos, lo es también para tomar algo en alguna de sus agradables terrazas, motivo por el que el Ayuntamiento de Barcelona ha elegido esa calle para experimentar este verano un plan piloto de configuración de veladores para reducir el ruido, aprovechando que la zona es calificada como «singular» dentro de la nueva normativa de terrazas.

En el marco del Plan Silencio, la prueba consistirá en una «caracterización acústica» de los veladores en la confluencia de la citada calle con la avenida de la Diagonal, analizando los niveles acústicos y proponiendo medidas para minimizar el ruido de las personas en el espacio público directamente aplicadas a la configuración de las terrazas y a los materiales usados en las mismas.

Con el objetivo de elaborar unas pautas genéricas en la gestión de zonas de concentración de veladores, del estudio realizado para esta prueba piloto se desprende que para minimizar el ruido es conveniente agrupar las mesas de todos los locales en una misma área para que se puedan tratar mediante un único tratamiento acústico. Así, las terrazas de los distintos locales se unirán en una zona única, para probar si lo estudiado funciona en la práctica. Otra de las medidas que se aplicarán en la zona fruto de este estudio previo es no permitir a los locales tener barras, mesas, barriles u otros elementos en el exterior «que inviten a agruparse a la gente y a entablar conversaciones fuera del local a en el área exterior tratada acústicamente» y «evitar bancos cerca de los locales que, de noche, se conviertan en puntos de reunión.

Además de esta iniciativa en Enric Ganados, durante el mes de agosto se realizará otra prueba dirigida a los turistas, especialmente usuarios de apartamentos turísticos del distrito de Ciutat Vella. Se distribuirán 700 carteles y elementos de comunicación para colocar en las puertas de estas viviendas y recordar «la importancia de no hacer ruido», apuntó ayer el concejal de Medio Ambiente Joan Puigdollers.

El Ayuntamiento de Barcelona también actuará en zonas «tradicionalmente menos problemáticas» como Sarrià-Sant Gervasi, desplegando equipos promotores del silencio para evitar actitudes incívicas por parte de clientes y locales en Tuset y entornos de Lincoln. También repetirán los agentes cívicos de la noche en las cuatro zonas tradicionalmente más sensibles de la ciudad: la Barceloneta, la plaza Reial y los entornos, el paseo del Born y los entornos y la zona del Raval. Su presencia en las calles se alargará hasta el próximo día 30 de septiembre.

Además de los agentes, en Ciutat Vella, Les Corts y Sant Martí a partir de finales de julio se incorporará una proyección de imágenes sobre la acera con mensajes sensibilizadores del plan las noches de los jueves, viernes, y sábados; y la iniciativa se extenderá también durante el otoño a otros distritos.

OTRAS MEDIDAS / En los conciertos multitudinarios realizados al aire libre, como los de las fiestas de Gràcia y Sants-Montjuïc, el Plan Silencio prevé que se sigan usando limitadores acústicos -usados en 537 conciertos el verano pasado- para que el volumen de la música sea «razonable» y se controle el impacto que llega a las viviendas próximas.

«Se trata de actuaciones de microcirugía adaptadas a cada realidad», concluyó Puigdollers.