Las fotos de los rodajes

Contra lo que muchos pudiéramos suponer, el fotógrafo que antaño rondaba por los platós de cine realizando las fotos que luego servían para publicitar las películas no eran personajes ignorados. «Al contrario, eran profesionales muy valorados por la gente del cine». Ese ha sido uno de los hallazgos de República, guerra, dictadura. Foto fixa Sabaté, la exposición que hoy (18.00 horas) presenta la Filmoteca en su sede del Raval, donde se podrá visitar hasta el 31 de agosto.

«Podían dar órdenes a los actores para arreglar los encuadres, hacerles regresar al plató aunque estuvieran descansando e incluso parar un rodaje para hacer una buena fotografía», explica Miquel Àngel Pintanel, comisario de la muestra, que reúne 125 fotos fijas de 40 filmes rodados entre 1932 y 1942 por productoras españolas. Los autores de esas imágenes -«todas de una gran calidad», añade Pintanel- son 11 fotógrafos de la época, entre los que se encuentran Antonio Gavilán, Carlos Pérez de Rozas, Emilio Godes, Juan Gyenes y Salvador Torres Garriga.

Las imágenes que se exhiben son reproducciones de gran calidad de los negativos originales -de vidrio, acetato, nitrato...- que guardaba el laboratorio Sabaté (aún en activo) y que actualmente custodia el fondo documental de la Filmoteca. Junto a ese material fotográfico, los visitantes también podrán ver un audiovisual que compara de forma crítica y didáctica las fotos fijas y el resultado final del filme La Farándula (Antonio Momplet, 1935), donde se perciben claramente las diferencias entre las fotos fijas y la cinta acabada.

FOTO FIJA / Las fotos fijas eran las imágenes que los productores encargaban para promocionar las películas. Reproducían una escena del filme o un momento del rodaje, aunque podían modificar el decorado e incluso los personajes. La expresión foto fija designaba también al profesional que hacía aquel trabajo.

A través de esas fotos fijas, la exposición permite captar cómo, en aquellos años convulsos que pasaron de la República al franquismo, el cine representaba el ideal de sociedad, con sus contradicciones y sus características, ilustrando el trabajo, el ocio y las relaciones de pareja. La muestra no representa a todo el cine español, solo a 40 películas de las 246 producidas en aquellos años. Pero sí que recoge todos los temas de los que hablaba el cine de entonces y, sobre todo, reivindica el trabajo de aquellos personajes «mucho más importantes de lo que se consideraba hasta ahora», insiste Pintanel.