Las barreras en Sant Feliu cierran más tiempo de lo que exige la ley

Para Sant Feliu de Llobregat, esperar a que algún día se cubran las vías de tren a su paso por la ciudad y se supriman el paso a nivel en pleno centro es como esperar a que algún día toque el gordo de Navidad. La población, que ya presentó en 1980 la primera propuesta oficial de soterrar los raíles, reúne todos las condiciones para entrar en los distintos planes de eliminar pasos a nivel -cada año se suprimen entre 170 y 220 en toda España- y de mejorar las infraestructuras ferroviarias en general, pero la falta de dinero y, aparentemente, voluntad del Ministerio de Fomento provoca que cada día se sigan viviendo situaciones de peligro en el paso a nivel del municipio.

Y ni en la gestión de ese paso a nivel Sant Feliu tiene suerte, ya que las barreras suelen estar más tiempo cerradas que abiertas; cada hora, solo hay poco más de 10 minutos de paso para vehículos y peatones, tal como desveló este diario ayer. Un tiempo que podría ser bastante más largo, según la ley del sector ferroviario 39/2003: en un paso a nivel SBA (barreras automáticas) de la clase C, como es el de Sant Feliu, el tiempo entre que se activen las señales luminosas y acústicas y el paso del tren debe de ser de un mínimo de 60 segundos. En esta línea, casi exclusivamente para Rodalies, ese tiempo de espera se alarga hasta los cuatro minutos. Según explican desde Adif, se establece el tiempo de espera según las características de cada vía y del paso a nivel.

NUEVE MUERTES / Sin embargo, en su plan de mejoras del 2005, el propio Adif se propone «reducir los tiempos de cierre» para reforzar la seguridad, ya que una larga espera ante las barreras sin que pase ningún tren aumenta la impaciencia de la gente que quiere cruzar el paso, lo que lleva a actitudes imprudentes como se ven a diario miles de veces en Sant Feliu. En los últimos 10 años, nueve personas han perdido la vida en este paso, según datos de la publicación local Fetasantfeliu.cat.

Mientras en Adif afirman que se les «ponen los pelos de punta» al ver las imágenes de peatones «muy imprudentes» saltarse las barreras, incluso de mamás con coches de bebé o ancianos con bastón, en Sant Feliu, donde el colegio Verge de la Salut se encuentra justo al lado del paso a nivel, ya están muy acostumbrados a convivir con ello. «El tema de seguridad es, por eso, una de las muchas razones para soterrar por fin las vías», reclama convencido el alcalde, Jordi San José.

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