Jaume Collboni ficha al urbanista Daniel Mòdol

El espacio elegido para la presentación, frente al colorido mercado de la Guineuta, no era casual. El alcaldable socialista Jaume Collboni anunció ayer el fichaje del urbanista Daniel Mòdol «en un puesto destacado de su lista electoral» frente a una de las obras más representativas del arquitecto, que a sus ojos simboliza el «papel central» que los socialistas quieren «devolver a los barrios». «Queremos volver al urbanismo social que religa los barrios, huyendo del urbanismo de derechas del que ha hecho gala el gobierno de CiU», apuntó en su presentación el arquitecto, uno de los autores del anterior proyecto para las Glòries.

«Algunos han visto demasiadas películas, cerrando calles para instalar tumbonas», ironizó Mòdol en clara alusión a la inspiración neoyorquina del actual concejal del ramo, Antoni Vives. Para Mòdol, quien ayer se estrenaba ante los medios en su papel de político, la actual hoja de ruta urbanística, centrada en la idea de ciudad inteligente no es más que  «una pijada». Proponen como alternativa lo que han bautizado como Pla Rumb, un plan para reactivar la economía a través de subvenciones para poner al día las viviendas de la ciudad. «Que el urbanismo empiece en las propias casas de la gente, que se lo haga suyo», apuntó Collboni, quien calculó crear 10.000 puestos de trabajo con dicho plan, una suerte de versión actualizada del Barcelona, posa't guapa, pero de puertas hacia adentro; siguiendo la estela del desaparecido plan de barrios.

Collboni y Mòdol insistieron también en la importancia de finalizar la L-9, «no solo por un tema de movilidad», sino para «religar la ciudad», su principal objetivo. «No puede ser que se haya hecho una inversión del 80% y solo se obtengan beneficios del 20%», sentenció Mòdol quien hizo hincapié en la importancia de terminarla para reforzar la idea de pertenencia al área metropolitana.