Guillem Pongiluppi: "Lo del 11 de septiembre de 1714 no fue una derrota"

-Se habla mucho de que el 11 de septiembre se celebra una derrota, cuando en realidad no lo fue. En la época, si tú saqueabas una ciudad, los derechos de guerra te permitían, una vez entrabas, arrasarla y hacer con ella lo que te diera la gana. El 11 de septiembre de 1714 Rafael Casanova consiguió que se pudiera pactar la rendición. Y lo aceptaron porque ellos también estaban teniendo muchas bajas y la situación ya no se sostenía. Así que perdimos, sí, pero defendimos Barcelona. No entraron. Seguramente por eso la ciudad hoy es la que es. Es una hazaña digna de admirar. Es eso lo que celebraremos la semana que viene.

-Le veo optimista.

-A veces en este país nos falta épica. Si le das un toque épico a la historia, entra mejor. Todos los países tienen un montón de pelis de sus guerras, pero aquí, como nuestra industria cinematográfica tiene los recursos que tiene... Si eso hubiera pasado en EEUU, no hubieran parado de hacer películas, pero a lo bestia. Nuestra idea con 1714 El setge de Barcelona [Angle Editorial] era hacer un libro con un aire hollywoodiense. Con ilustraciones potentes para que la gente se dé cuenta de lo que fue aquello.

-¿Qué fue?

-Si empiezas a comparar los números de los ejércitos de una peli de El señor de los anillos con los de los españoles, estos son proporcionalmente mucho más grandes. Incluso en los dibujos del libro no se ven las proporciones exactas porque eran demasiados los muñecos que tenía que meter, ¡no me cabían! Me lo tenía que montar para que el dibujo fuera sugerente, pero no fuera todo una masa de muñecos.

-¿De dónde parte la idea?

-Nace de una idea que tenemos con Francesc Xavier Hernàndez, coautor de la obra, el historiador que ha escrito los textos del libro. Pensamos en hacer un libro estilo guía, narrativamente muy sencillo; ser muy concretos y explicar los hechos históricos de una manera ilustrativamente muy potente. Es un proyecto muy ambicioso porque nosotros estamos acostumbrados a trabajar en proyectos financiados, ya sea por un ayuntamiento, por una universidad, etcétera. En cambio esto fue una aventura en la que nos embarcamos Francesc Xavier y yo por nuestra cuenta. Lo presentamos en la editorial y compraron. Ahora la distribución con EL PERIÓDICO a partir de este sábado nos irá muy bien.

-¿Por dónde empezaron?

-Hasta ahora la única imagen que se tenía del episodio es el cuadro de Estruch y poco más. Empecé a partir de los escritos de la época, y de la documentación recogida por Francesc Riart en La coronela de Barcelona (1705-1714), quien había estudiado a la perfección cómo eran los uniformes, por ejemplo. En este caso, yo me dediqué a rehacer los esquemas que ellos habían elaborado con ilustraciones con un aire más realista.

-Todo el libro está hecho con ordenador. Son ilustraciones digitales.

-Sí. Yo tengo una pantalla en la que pinto encima con un lápiz especial, como si fuera un lienzo. Es dibujo clásico, pero con ordenador.

-Trabaja también con dibujos en 3D.

-Sí. Toda la zona de levante, por ejemplo, la hicimos así. El 3D se hizo encima de planos de la época. Cogíamos el plano de la época y lo levantábamos. Y empezábamos a ver, por ejemplo, las dimensiones de los baluartes, y alucinábamos. ¡Eran inmensos! El de Santa Clara era algo espectacular. Media Ciutadella. Una de las cosas que más me sorprendió, además del número de bajas, fueron las dimensiones.

-¿Alguna otra sorpresa? 

-Muchas. Si no sabes nada sobre de qué fue la guerra de sucesión, que no dejó de ser la primera guerra mundial, aunque no se la llame así, con este libro te haces una idea muy clara y rápida. Me sorprendió, por ejemplo, ver que Santa Maria del Mar se usaba como hospital de guerra, donde llevaban a los heridos; y que delante, en el Fossar de les Moreres, ponían los muertos y los heridos, y los atendían allí; imaginar las hogueras en las murallas, toda la iglesia llena de heridos y muertos... Ahora paseo por ahí y casi lo veo...

-¿Tiene alguna ilustración favorita?-

La del bombardeo me gusta mucho. También la de la última página, en la que las caras de todos los dibujos son de amigos y familiares. Cuando te dedicas a la ilustración hiperrealista necesitas referentes. Y como a mis amigos siempre les hace gracia, los uso de modelos. También me han ayudado mucho los Miquelets, esos grupos que se visten de la época y recrean la guerra de la sucesión. He ido varias veces a verles y a hacerles fotos. Eso te resuelve mucho. Verles en movimiento, ver los pliegues de los trajes...