Galicia, ante el progreso

¿Cómo afecta el progreso a una sociedad tradicionalmente rural? ¿Cómo evoluciona un tierra como la gallega ante los envites de la modernidad? ¿Qué se mantiene? ¿Qué cae en el olvido? Tratar de responder a esas preguntas es el reto en el que lleva trabajando durante más de dos décadas el fotógrafo gallego Xurxo Lobato (A Coruña, 1956).

Las fotos de la exposición que actualmente presenta en Barcelona, Encrucijada, surgen a partir de un libro de la colección Photobolsillo (editorial La Fábrica). Abarcan de 1987 a 1998, aunque el fotógrafo ha seguido trabajando el tema hasta la actualidad. «Me sigo identificando con esas imágenes y continúo en esa línea. Está claro que Galicia no es la de los años 80. La globalización ha hecho mucha mella en la identidad gallega», explica Lobato. «Mis fotos no se fijan solo en lo que se ha perdido. Mi mirada siempre se posa en lo que existe actualmente. No miro con nostalgia, lo hago con ironía y con crítica», añade. Lobato trata de captar el choque cultural y el proceso de transformación y «de mezcla» que ha vivido su tierra.

MEZCLA / Sus imágenes, que pueden verse en la Fnac El Triangle, son una mezcla de lo rural y lo urbano, lo clásico y lo kitsch, lo cotidiano y lo sorprendentemente moderno y de las mutaciones que viven los pueblos. «En las fotos se refleja una cultura y una economía rural que está siendo tocada por la gran cultura global».

«La civilización es algo cambiante, que sus ciudadanos van transformando. Yo no estoy en contra de la universalización de la cultura, pero creo en las aportaciones individuales a lo colectivo. Lo universal se construye a partir de lo particular, de lo local. Cada territorio aporta algo», dice Lobato. Él está seguro de que Galicia tiene mucho que ofrecer a ese mundo tan global que no para de extenderse. Algunos de los valores de esa tierra están plasmados en las fotos que exhibe en Barcelona y que luego irán a Valencia.