La falta de una fiesta pública de Fin de Año frena a Barcelona como destino

Los hoteleros reivindican una gran concentración popular como en las grandes capitales europeas

Turistas recién llegados acarrean maletas en la confluencia de Aragó con paseo de Gràcia, ayer

Turistas recién llegados acarrean maletas en la confluencia de Aragó con paseo de Gràcia, ayer / periodico

PATRICIA CASTÁN / Barcelona

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El desembarco ha comenzado.Turistasde medio mundo están llegando aBarcelonapara despedir el año en la capital catalana, aprovechando su clima amable y sus precios reajustados. Pero no será un año de superllenazos.

El culpable de un cierto frenazo en la demanda es doble, por un lado está la archipresente crisis, que ha frenado las escapadas a nivel nacional; por otro, la falta de un gran reclamo festivo --gratuito y en la vía pública-- que convierta a Barcelona en ciudad emblemática donde recibir elnuevo año, al estilo de los que se celebran en otras grandes ciudades. ElGremi d'Hotels de Barcelona, que reivindica un gran montaje de estas características, estima que laocupación hoteleraserá de en torno al 85%, frente al 90% alcanzado hace un año.

>>Lea la información completa sobre ladespedida del año en Barcelonaen e-Periódico.