La estación de Passeig de Gràcia de la L-3 recupera la arquitectura original de 1924

Las obras de restauración y de mejora de los andenes y del vestíbulo de la estación de Passeig de Gràcia de la L-3 del metro, con acceso entre las calles de Aragó y de Consell de Cent, comenzaron en noviembre con la idea de descubrir si al sacar los falsos techos se podía recuperar algún elemento arquitectónico original de cuando se inauguró en 1924, entonces con el nombre de Aragón. Ante el asombro de los técnicos, se podrán salvar la bóveda, las paredes curvas, algunos tramos de la cenefa, con su bonito dibujo azulado de ornamentación en la pared, las baldosas de cerámica blanca y tres lucernarios que volverán a lucir como antaño, cuando se llamaba el Gran Metro.

Los paneles que tapaban el muro original de la estación han dejado al descubierto curiosos anuncios impresos en papel muy deteriorados por el paso del tiempo. Un primer plano de una mujer con una flor roja en el pelo, muchas letras borrosas y colores aguados se aprecian sobre las cenefas. Son difíciles de ver por los cables que cuelgan por las obras. Estos trozos de carteles datan de los años 70, cuando la estación perdió su andén central, se cubrió la bóveda y con ello las paredes curvas y se redecoraron todos los espacios. Están demasiado deteriorados para restaurarlos, aunque se han fotografiado para documentarlos.

FONTANA Y LESSEPS

Marcos González, responsable de la unidad de proyectos e infraestructuras del metro de Barcelona, informa que en estos momentos se están rehabilitando otras cuatro estaciones: Besós Mar (L-4), Paral·lel (L-2 y L-3) Fondo (L-1) y Universitat (L-1). "Pero solo la de Passeig de Gràcia tiene interés histórico y arquitectónico para recuperar piezas originales", precisa González, para quien "posiblemente" las paradas de Fontana (L-3) y Lesseps (L-3) también pueden tener, bajo los falsos techos, elementos que valga la pena conservar.

La actuación en Passeig de Gràcia se alargará 10 meses porque los operarios solo pueden trabajar de madrugada, de las 01.00 a las 04.30 horas, cuando no hay usuarios del metro, que en un alto porcentaje son turistas que quieren pasear por las calles de la Barcelona modernista. "Lo más importante es que el servicio siga funcionando. Cuando los técnicos finalizan su jornada nocturna deben de dejar las infraestructuras en perfecto estado, sin suciedad ni ruidos que molesten. Tampoco, abandonar en los andenes o en las vías ningún objeto que entrañe peligro como cuchillos o pinchos", detalla.

ELEVACIÓN DE LOS ANDENES

Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) ha invertido 2,67 millones de euros en la reforma y en el saneamiento de la estación de Passeig de Gràcia, una de las cuatro más antiguas de la ciudad. Este presupuesto incluye la recuperación de un antiguo túnel para que el acceso de la Casa Batlló comunique directamente con el vestíbulo principal, la construcción de un nuevo centro de control de la estación, nuevas escaleras de piedra, bancos y de barandillas, una instalación eléctrica con iluminación de leds para beneficiar el ahorro energético y la elevación 10 centímetros del nivel de los andenes para que las personas con discapacidades que se desplacen en silla de ruedas o las familias con cochecitos de bebé tengan menos dificultades a la hora de entrar y salir de un vagón.