Ensenyament pospone de nuevo las obras de la escuela de Montigalà

Los alumnos de esa escuela de Badalonallevan ya siete años en módulos prefabricados

Los barracones de la escuela Montigalà, en Badalona.

Los barracones de la escuela Montigalà, en Badalona.

VÍCTOR VARGAS LLAMAS / BADALONA

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A los 185 alumnos de la escuela Montigalà de Badalona les esperan dos años más de clases entre barracones si no media un inesperado cambio de rumbo. Una nueva negativa de la Generalitat a la prometida construcción de un colegio para el barrio hizo efectivo el temor que cundía entre los padres a una nueva prórroga administrativa tras siete años de reclamaciones. Ensenyament esgrime que la escolarización en el barrio «está garantizada los dos próximos cursos», por lo que se pospone la construcción de la nueva escuela, proyectada desde el 2007. Tampoco hay dinero para edificar el nuevo instituto Ventura Gassol, la otra reivindicación educativa del barrio, harto de la naturaleza perenne de una eventualidad: la reutilización de una escuela como instituto.

Las ampas de ambos centros están «decepcionadas» con la respuesta de Ensenyament, a quien acusan de «parapetarse» en los argumentos que llevan escuchando «demasiado tiempo»: falta de presupuesto y descenso demográfico. La presidenta de las familias de la escuela Montigalà, Àngels Martín, rebate las previsiones al recordar que es un «barrio joven, que crece cada año» y revela que espera un informe del Ayuntamiento de Badalona «que difiere de la previsión de la Generalitat». El concejal de Educación de la ciudad, Joan Fernández, dice no poder avanzar el análisis aún, pero corrobora «las expectativas de crecimiento», frente a las previsiones menguantes del Gobierno catalán. Y confirma las peores previsiones al revelar que en el 2014, en la reunión con Ensenyament para la planificación escolar, la conselleria avanzó que era «muy, muy improbable» la construcción de nuevos centros en los próximos tres años.

Párking provisional

La frustración se torna enojo con lo que Martín considera la «amenaza» de Ensenyament al apelar a los datos estadísticos para «constatar una disminución de la natalidad que probablemente obligue a reajustar las ofertas escolares». La conselleria descarta cerrar ningún centro, pero no garantiza «que no se ajusten líneas» a la demografía. Martín replica: «Cumplimos con la ratio en todos los cursos; lo que no se cumplen son las condiciones del Montigalà, sin gimnasio, sin biblioteca, con un comedor de 70 metros que usamos forzosamente para talleres, aula de informática...» Denuncia que el año que viene serán «un colegio total», con todos los cursos del ciclo de primaria cubiertos.

Entonces, una veintena de alumnos del Montigalà pasarán al instituto Ventura Gassol, donde dejarán atrás los barracones, pero no los problemas. Allí tampoco tendrán gimnasio, «pasarán frío en invierno y calor en verano por los problemas de aislamiento» y verán cómo los lavabos «se inundan constantemente», expone Jesús Veigas, presidente de la ampa del instituto, «por la falta de inversión». Ensenyament da prioridad al Ventura Gassol y lo mantiene en la planificación de construcción «dada la previsión de alumnos en los próximos cursos». Ahora hay 533 matriculados.

Movilizaciones

Veigas se pregunta qué sentido tiene la temida demora de al menos dos años si todos coinciden en que justo en ese plazo habrá un déficit de plazas que el municipio cifra en torno a 70 alumnos. Veigas aboga por que las familias mantengan las movilizaciones para tratar de implicar más al ayuntamiento, al que reprocha que «no tenga reparo en invertir 600.000 euros en un párking provisional» en vez de destinar ese dinero para la construcción de los centros.

Una movilización que se refrendó la semana pasada con la entrega de 3.775 firmas al president, Artur Mas, reclamándole que cumpla con los dos proyectos.