INFRAESTRUCTURAS PENDIENTES EN LA CAPITAL CATALANA

Colau se estrena en reivindicar a Fomento las obras eternas

Vías y andenes provisionales junto al desierto de hormigón de las obras paralizadas de la futura estación de Rodalies de Sant Andreu Comtal, ayer.

Vías y andenes provisionales junto al desierto de hormigón de las obras paralizadas de la futura estación de Rodalies de Sant Andreu Comtal, ayer.

RAMON COMORERA / EL PERIÓDICO

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El nuevo gobierno de Barcelona en Comú (BC) y la alcaldesa Ada Colau dieron una muestra remarcable de su carácter rompedor el pasado y tórrido julio. El enésimo desembarco de la ministra de Fomento del PP, Ana Pastor, en la capital en una legislatura que expira, esta vez para el inicio oficial de obras del nuevo tren del aeropuerto, motivó un sonoro plantón de representantes municipales. Ese millonario proyecto, dijo de facto BC al margen de dimes y diretes formales, no es prioritario a cinco meses vista de que al fin la L-9 llegue a la T-1. Es una duplicidad frente a la surtida carpeta de pequeñas y grandes obras pendientes que tiene la metrópolis desde hace años. Tras ese gesto de incierto impacto, pero que marcó territorio, se concertó una entrevista. Y he aquí que Colau se estrena esta tarde en la clásica peregrinación a Madrid llevando en la cartera el legado de déficits eternos acumulado por sus antecesores.

Siete temas principales son los que Colau, junto con la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, y el responsable de Infraestructuras Manuel Valdés, pondrá sobre la mesa de la ministra. Se trata del paquete recortado y urgente de mejoras para dar fiabilidad a la red de Rodalies, la estación intermodal y el corredor de La Sagrera, la nueva parada de Rodalies de Sant Andreu Comtal, el entorno deteriorado y sin acabar desde el fin de las obras del AVE de la estación de Sants, el carril bus de la B-23 del Baix Llobregat a la Diagonal, el tren de mercancías del puerto y la menguante aportación estatal a pagar el transporte público.

RETENER INVERSIONES / Son unos viejos conocidos que llevaron hace poco a Sanz a afirmar, tras analizar los insólitamente prematuros presupuestos del Estado para el 2016, que «el Gobierno del PP hace cuatro años que retiene inversiones de grandes proyectos de infraestructuras críticas para la ciudad».

La delegación viaja ahora oficialmente, según dijeron ayer fuentes municipales, con «una actitud constructiva y positiva para tratar temas de ciudad por encima de intereses partidistas o calendarios electorales». Pero ahí está la declaración de principios de la sequía inversora de esas cuentas del 2016 tramitadas en pleno agosto, sobre las que Sanz añadió: «Incumplen los compromisos».

PEQUEÑOS O GRANDES / En la lista que lleva Colau hay temas de muchos millones de euros pero también otros de muy pocos, o ni eso. Las realizaciones o los avances en los últimos años, sin embargo, son pequeños o inexistentes tanto en un caso como en otro. Y ello a pesar de la insistencia, y también de una pregonada buena relación personal, si es que esa puede ser una variable real en la política de obras de interés público del Estado en Catalunya, tanto del anterior alcalde Xavier Trias como del conseller de Territori de la Generalitat, Santi Vila, ambos destacados políticos posibilistas de CDC.

Las prioridades de inversión «claramente desenfocadas respecto a las necesidades reales de los ciudadanos» que constató Sanz, tienen en el entorno de la estación de Sants un ejemplo muy claro, «urgente y de coste bajo», añadió. Dos años y medio después de que se abriera el túnel de alta velocidad por el Eixample y se acabaran las obras de la línea, la plaza de los Països Catalans y el final de la calle de Provença siguen patas arriba con obras abandonadas del gestor de infraestructuras Adif. En el 2014 se hicieron algunos trabajos, acordados y en parte pagados por el ayuntamiento, para recuperar espacios, pero la restitución y la reparación quedó a medias.

ESTACIÓN PARADA / La nueva estación de Rodalies de Sant Andreu Comtal en el corredor de La Sagrera es un desierto de grandes plataformas de hormigón sin actividad desde hace más de dos años. La última revisión del proyecto de esa parada, que a su vez permitiría recuperar para los vecinos importantes espacios, bajó el coste de 12 a 7 millones. Existía el compromiso de Adif de licitar por fin las obras en abril. Cinco meses después todo sigue igual.

Colau insistirá en ello como también en la parálisis de la futura estación terminal e intermodal del AVE, Rodalies y bus. Desde el 2013, prácticamente no se ha certificado obra. La inversión pendiente es de 565 millones y en el presupuesto estatal del 2016 se reservan 36. A este paso acabar el proyecto, ya sensiblemente recortado, en el 2019, última previsión oficial, no parece creíble.