LAS INFRAESTRUCTURAS BÁSICAS

La ciudad y el agua

El Rec Comtal, desviado  Ciudadanos el día de la inauguración de las obras, en 1916.

El Rec Comtal, desviado Ciudadanos el día de la inauguración de las obras, en 1916.

CRISTINA SAVALL
BARCELONA

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La gestión del agua es una prioridad en los servicios básicos de una ciudad. El Museu d'Història de Barcelona (Muhba) publicaLa revolució de l'aigua a Barcelona, libro coordinado por Manuel Guàrdia, que recorre, entre 1867 y 1967, las principales innovaciones en el suministro de agua en Barcelona.

En ese tiempo clave, la capital evolucionó de la era preindustrial a la metrópolis moderna, cuando el ayuntamiento gestiona la red de acueductos subterráneos, la retención de las aguas de lluvia, las fuentes públicas, la limpieza de las aguas residuales, el consumo de agua potable, los lagos ornamentales, las fuentes y las playas.

El alcantarillado de la capital catalana se extiende por 1.648 kilómetros. Pos sus canales circulan cada año 150 hectómetros cúbicos de agua para dar servicio a más de 1.540.000 habitantes y a los establecimientos comerciales e industriales de más de 81.500 fincas.

El ensayoLa revolució de l'aigua a Barcelonaes fruto de la investigación suscitada con motivo de la exposición homónima exhibida el año pasado en el Muhba, centro que tiene como objetivo conservar el patrimonio histórico de Barcelona, estudiarlo y documentarlo. El libro se concentra en esos 100 años en los que multiplicó el suministro de agua al entrar en el ámbito doméstico, hecho que modificó radicalmente a mejor la vida cotidiana de los barceloneses.

La revolución comienza en 1867, cuando Josep Oriol Mestres construyó la Torre de les Aigües para la Sociedad de Crédito y Fomento de Barcelona, y finaliza en 1967, con la llegada efectiva del agua del río Ter, que aún entra por la zona norte-noroeste del área de Barcelona desde la estación de tratamiento de agua potable situada en Cardedeu.

El motor de esta transición no fue la gran demanda industrial, sino el consumo doméstico. «La necesidad de beber agua del grifo en las casas derivó en que el agua se convirtiera en un producto industrial servido mayoritariamente por empresas privadas», indica en el prólogo Guàrdia, profesor de la Escola Tècnica d'Arquitectura del Vallès y coautor de los librosBarcelona desde el celyFer ciutat a través dels mercats.

Nombres de calles

Xavier Trias, alcalde de Barcelona, recuerda en el libro que las ciudades se han ido edificando alrededor de fuentes para tener cubierta una necesidad prioritaria.«En el transcurso de la historia, la política municipal ha girado sobre este imperativo de consumo y de higiene». Las huellas de este menester están presentes en toda Barcelona.«En ruinas históricas, en fuentes, en monumentos y en nombres de calles, como Rec Comtal y Torrent de l'Olla», enumera.

Según Trias, el agua ha sido y es motivo de tensiones y de disputas.«Es un recurso escaso que requiere de una costosa inversión en las infraestructuras que comporta elevados gastos de mantenimiento. Hemos de fomentar el consumo sostenible», advierte el alcalde.

Para entender la revolución, es preciso conocer el ayer. Por ello, el primer capítulo está dedicado al Rec Comtal, la gran acequia que sirvió para abastecer de agua a Barcelona durante siglos.