Beneficios compartidos

Los protagonistas de las dos caras de la operación de construcción de viviendas prefabricadas como áticos en lo alto de edificios antiguos del Eixample están de acuerdo en los beneficios mutuos de la iniciativa de la firma de arquitectos La Casa por el Tejado, todavía bajo supervisión del urbanismo municipal por su posible impacto patrimonial en el distrito central de Barcelona. Ana Vila, miembro de la familia que poseía el derecho de vuelo, la capacidad de edificación encima del inmueble, de la finca de Girona, 81, y Gerardo Lertxundi, comprador de uno de los áticos que este domingo se instalarán en Aragó, 359 solo ven aspectos positivos en la actuación.

«Solo yo sigo viviendo en el inmueble que es de mi familia desde hace más de un centenar de años. Cuando llegó la oferta de la empresa nos reunimos todos para tomar una decisión», explica Ana. Las obras en el inmueble están a pleno rendimiento tanto para instalar el módulo prefabricado como para reformar la escalera. «Gracias a la rehabilitación que pagan los promotores, se pondrá en buenas condiciones este espacio. Igualmente se suprimirán los molestos escalones que había para acceder a la entrada del ascensor en la planta baja», detalla.

Alto nivel

El bloque tiene cuatro plantas con un residente en cada una. «No tengo ninguna duda de que hemos hecho bien aceptando la instalación de la nueva vivienda con estas contraprestaciones», prosigue. Ana piensa también ahora que la llegada de otro miembro a la comunidad será beneficioso para su funcionamiento. «El ático que instalan tendrá una terraza y un jardín y por lo que he visto será de muy alto nivel. Ganaremos todos», asegura.

Gerardo es un ingeniero industrial vasco de San Sebastián que ha venido con su familia a Barcelona por motivos de trabajo. «Conocimos la singular promoción de la calle de Aragó y nos gustó mucho por la situación céntrica del edificio, por la luz y las vistas que tendrá el ático y, además, por las características de optimización de la energía y de las nuevas tecnologías que incluye el proyecto», explica.

La que será su casa en pocos meses tiene 80 metros cuadrados pero declina comentar cuanto le ha costado. Durante la visita ayer a una promoción inicial de La Casa por el Tejado, en el paseo de Gràcia 100, su gerente Joan Artés comentó que una de estas viviendas, no necesariamente las de la calle de Aragó, se sitúan «por encima de los 400.000 euros». Una cantidad que, añadió, es «más del 10% inferior» a la de un ático de construcción tradicional en un emplazamiento del Eixample equivalente.

Gerardo ha trabajado en grandes proyectos y afirma que es positivo «aprovechar los espacios urbanos en altura y además hacerlo de forma muy tecnológica, como en este caso, situado, además, en la zona del centro de una capital destacada como Barcelona».

Igualmente se muestra a favor de que la fachada del edificio resultante combine el aspecto antiguo y original con el nuevo de los módulos incorporados. «Tendrá un impacto directo y será muy contemporáneo. Los materiales usados por lo que he podido ver son de calidad, lo que es una garantía», remata sin asomo de duda.»