Mejora urbanística en Sant Martí

BCN tendrá en mayo un proyecto para el nuevo eje cívico de Pere IV

Imagen de la antigua fábrica textil de La Escocesa, ayer, en el Poblenou.

Imagen de la antigua fábrica textil de La Escocesa, ayer, en el Poblenou.

XABIER BARRENA
BARCELONA

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la superposición de una malla ortogonal sobre un territorio ya habitado, con sus preexistencias, por ejemplo sus carreteras, crea una serie de tensiones urbanísticas que merecerían unos estudios universitarios exclusivos. En las isla de Manhattan sucede con la avenida Broadway, vieja ruta desde la antigua Nueva Ámsterdam hasta el condado de Westchester. En Barcelona sucede lo mismo con Pere IV, la antigua vía hacia Mataró. En Nueva York, y no hace mucho (2009), se convirtió Broadway (en el área de Times Square) en un eje cívico (versión americana, es decir, pintura en el suelo y unas cuantas mesillas y sillas). El Ayuntamiento de Barcelona aprobó ayer darse seis meses para diseñar un proyecto de eje cívico para Pere IV.

El PSC presentó en la comisión de Hábitat Urbano una moción exhortando al gobierno a que elabore un proyecto que incluya la reforma de Pere IV y que revitalice el patrimonio industrial, tomando el mes de mayo como plazo final de presentación. La propuesta de los socialistas recogía el sentir de la asociación de vecinos del Poblenou, tal y como avanzó este diario el pasado lunes. A los socialistas se sumaron ICV-EUiA y UpB. El PP se abstuvo, no por estar en contra del proyecto, sino por entender que había otras prioridades.

Algo que, precisamente, la minoría de gobierno, es decir CiU, había insinuado hace unas semanas cuando el concejal del distrito de Sant Martí, Eduard Freixedas había anunciado, también en este diario, la reforma de la Rambla del Poblenou. En estos tiempos de penuria económica, dar prioridad a un proyecto supone, por defecto, el descarte de los otros. CiU votó ayer a favor.

¿DOS MODELOS? / Se podría alegar una divergencia de opiniones entre lo que piensa el distrito (Freixedas) y lo que proyecta Habitat Urbano (Antoni Vives). No sería la primera vez, como bien recuerdan los vecinos de la plaza de las Glòries, cuando el concejal de distrito señaló que no se derribaría el tambor viario y, posteriormente, Vives le corrigió.

Si se escucha a personas cercanas a la asociación de vecinos, sin embargo, la explicación no sería tan fácil y dual. Según estas fuentes, la asociación trató, en varias ocasiones y siempre infructuosamente, reunirse con el teniente de alcalde Vives y con el arquitecto en jefe Vicente Guallart. También con el alcalde Trias, aunque con este hubo más suerte, aunque no menos intentos.

Así el pasado viernes mantuvieron una reunión en la que se acordó convocar otro encuentro, esta vez, junto también con el dúo que dirige el urbanismo de la ciudad.

Quede claro que la duda no es si a CiU le interesa y le atrae la conversión de Pere IV en un eje cívico. Eso parece claro que es así. La pregunta es si la priorizan por delante, por ejemplo, de la reforma de la rambla del Poblenou, proyecto que también cuenta con sus defensores entre el vecindario. Y por extensión, si estos seis meses es una manera de ganar tiempo, o bien serán empleados de manera concienzuda en diseñar algo para ejecutarlo. Consultados los vecinos, estos dijeron creer que las intenciones de Habitat Urbano eran sinceras.

¿Y qué tiene Pere IV, más allá de que corte como un cuchillo la trama medio diluida ya de Cerdà en el Poblenou? Pues que puede considerarse el otro lado del espejo de la muy cercana avenida de la Diagonal. Si esta es el Hollywood Boulevard del 22@, con sus modernos edificios (alguno incluso bello, como el Hotel Me de Dominique Perrault, precisamente en el cruce con Pere IV), la antigua carretera de Mataró cumple la misma función con los recintos en su día fabriles del Manchester catalán, y hoy pasto abonado a ocupaciones, con y sin K.

El nuevo eje cívico iría más allá del simple embellecimiento de la vía y tendría que ir forzosamente acompañado de la rehabilitación y puesta en funcionamiento de estos recintos industriales (sobre todo la enorme Can Ricart).

Antoni Vives y el promotor de la propuesta, Jordi Martí (PSC), coincidieron en que tendría que haber un hilo conductor, al modo de los clusters del 22@ que guiará el eje. Martí recordó los proyectos culturales que se aprobaron en su día para las distintas naves y propuso que se acompañara con una zona dedicada a la industria cultural. La referencia es el campus audiovisual, en la Diagonal.

La activación de esta zona debería servir para dar un sentido al parque Central del Poblenou, el de Jean Nouvel, más famoso hoy por el muro que lo rodea que por su verde. Vives dio una pista del futuro: reducir el paso de los coches por Pere IV (como en Broadway). En un entorno menos agresivo, el muro del parque se haría innecesario.