BCN renueva su compromiso con la cooperación internacional

En un marco de guerra y Juegos Olímpicos, la de los Balcanes y los de Barcelona, la capital catalana iniciaba con el apoyo a una bombardeada ciudad de Sarajevo una línea de acción de cooperación internacional que no abandonaría en las dos décadas siguientes. Ni cuando la economía no ha estado en sus mejores momentos, como ocurre ahora, cuando muchas oenegés están agonizando por los recortes que llevan a cabo las Administraciones, que en el caso de la Generalitat son de tal magnitud que este año no saca ni convocatoria para subvencionar proyectos de entidades en el exterior. En ese contexto, el ayuntamiento de CiU ha renovado el compromiso político adquirido por los anteriores gobiernos municipales de izquierdas y ha elaborado el que es el tercer plan director de Cooperación al Desarrollo, Solidaridad y Paz 2013-2016, una hoja de ruta que prevé incrementar recursos en ese ámbito y que se presentará en el pleno del 1 de febrero.

Incluso antes de la aprobación definitiva del plan, y a falta de fijar el conjunto del gasto en ese ámbito (que se prevé sobrepase los seis millones de euros, como en el 2012), el consistorio ya ha destinado la partida para este año en materia de cooperación que irá directamente a parar a entidades: 3,2 millones de euros, la misma cifra del pasado año. De este monto ya hay comprometido un millón para costear proyectos plurianuales ya adjudicados en convocatorias anteriores, por lo que restan 2,2 millones que se repartirán entre los programas que se seleccionen de un nuevo concurso que se abre a las entidades este mismo febrero, seis meses antes de lo habitual para que las asociaciones dispongan antes de la ayuda, según subrayó el concejal de Presidencia, Jordi Martí.

ÁFRICA Y REGIÓN MEDITERRÁNEA / Entre los proyectos ya aprobados anteriormente, por ejemplo, está el de Medicus Mundi en Maputo, que en dos años destinará 231.000 euros (177.000 del ayuntamiento) a reforzar la gestión sanitaria del servicio municipal de salud de esa ciudad, la más grande de Mozambique, donde técnicos de este oenegé que lleva interviniendo en la zona desde 1994 trabajarán mano a mano con funcionarios locales. También podrá respirar económicamente un programa que el Casal dels Infants hace desde el año pasado en Tánger, ciudad en la que interviene desde el 2000 y de donde proceden muchos de los menores y jóvenes de origen marroquí llegados a Barcelona. Se trata de Òptic Jove, un proyecto que finalizará en el 2014 y al que el consistorio aporta 332.000 euros (el 70% del total). Esta iniciativa consiste en el acompañamiento a asociaciones locales que trabajan con jóvenes profundizando en las técnicas audiovisuales para hacer periodismo social a través de talleres educativos.

Zonas urbanas de África, de la región mediterránea y de Latinoamérica son las áreas prioritarias de un plan que tiene el objetivo (como los tuvieron en vano los dos que le preceden), incrementar los recursos y alcanzar, en el 2015, el 0,7% de los ingresos propios, un listón que se ha ido alejando en los últimos años debido a la crisis. La hoja de ruta pactada con las entidades tiene más metas, ya que también abre la puerta a que participen en temas de cooperación nuevos agentes, como universidades, centros de investigación y empresas.

Otra de las novedades que explicó ayer Martí es que el consistorio habilitará un edificio municipal o parte de este (aún sin concretar) y lo pondrá a disposición de las entidades de cooperación para consolidar su trabajo, haciendo así frente a sus problemas para pagar el alquiler u otros gastos corrientes. Ese espacio se sumará al que la Federació Catalana d'ONG per al Desenvolupament dispone en la calle de Tàpies (Ciutat Vella), propiedad del consistorio.