BCN reducirá carriles de la avenida del Príncipe d'Astúries para priorizar al peatón

El Ayuntamiento de Barcelona invertirá 4,85 millones en la reforma de la avenida de Príncep d'Astúries, en el tramo comprendido entre la plaza de Lesseps y la Via Augusta, con el fin de dar prioridad al viandante, según ha anunciado el consistorio este domingo en un comunicado. Los trabajos de remodelación empezarán el próximo mes de febrero y durarán un año y permitirán ampliar las aceras y reducir de cinco a tres los actuales carriles de circulación.

Según el consistorio, la propuesta recoge las peticiones manifestadas por los vecinos durante la redacción del anteproyecto, que reflejan la voluntad de disponer de una vía 'pacificada' que conecte los barrios adyacentes. Es por ello que también se han incorporado al proyecto zonas de descanso para los vecinos y más pasos de cebra.

De cinco a tres carriles

Ahora, la calzada tiene cinco carriles en total: tres para vehículos -uno ascendente y dos descendentes- y uno en cada sentido para autobuses. Con la remodelación, la avenida pasará a tener solamente tres carriles, dos en sentido descendente -uno para autobús y otro para coches- y un único carril en sentido ascendente compartido para coche y bus. 

La nueva calzada será de 11 metros de ancho, que darán cabida a los tres carriles de circulación, y un carril adicional de 1,80 metros que va variando su función a lo largo del trazado, quedando para carga y descarga, contenedores o aparcamiento de motocicletas. Las nuevas aceras serán de 4,5 metros, bastante más anchas que ahora, que son de entre 2,20 y 3,10 metros.

Farolas más eficientes

Además, en cuanto a iluminación, se eliminarán las farolas existentes y se ubicarán nuevos que serán más eficientes energéticamente. En cuanto a la pavimentación, se utilizarán materiales que favorezcan la reducción de la contaminación acústica. También se incorporará nueva vegetación y mobiliario urbano en ambas aceras, y se instalarán dos puntos de recarga para motocicletas eléctricas.

Esta actuación llega después de una larga demanda vecinal. Según los vecinos, la situación se hizo insostenible a partir del año 2010 con la remodelación de Gran de Gràcia, potenciada como eje vecinal y comercial. "Pasamos de tres a cinco carriles de circulación para absorber parte de su tráfico. Desde entonces, más que una avenida, nuestra calle parece una autovía por la cantidad de coches que pasan a todas horas", denunciaba en marzo del año 2015 Mari Carmen Bou, una de las impulsoras de la entonces recién creada Plataforma Veïnal Avinguda Príncep d'Astúries a este diario.

Los vecinos movilizados estaban preocupados por el exceso de velocidad de algunos conductores imprudentes, los problemas de movilidad por falta de espacio para los peatones y, sobre todo, por la contaminación acústica y atmosférica que generan los vehículos.